Críticas y reseñas del restaurante detrás del banquete de la boda de José Luis Martínez-Almeida

"La estafa en Madrid de la que nadie te avisa" o "pura experiencia gastronómica en Madrid" son dos de las dispares opiniones que se pueden leer entre los clientes que han probado el restaurante que se encarga del banquete de la moda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo.

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Tarta de fresas de Casa Lhardy
Tarta de fresas de Casa Lhardy / Instagram @casa_lhardy

Faltan apenas unas horas para que Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida se den el "sí, quiero". La pareja se casará el sábado 6 de abril a las 12 de la mañana en la parroquia de San Francisco de Borja, situada en el Barrio de Salamanca. Una iglesia con un significado especial para el alcalde de Madrid no solo porque fue el lugar en el que sus padres, Ángela Navasqüés Cobián y Rafael Martínez-Almeida y León y Castillo, contrajeron matrimonio en 1996 sino también porque está encomendada a la Compañía de Jesús, la misma órden religiosa a la que estaba vinculado al centro universitario de carácter privado en el que ambos se licenciaron en Derecho, ICADE.

Tras la ceremonia religiosa, la pareja junto con todos sus invitados pondrá rumbo a Colmenar Viejo, localidad en la que se encuentra la finca El Canto de la Cruz, propiedad de la abuela de la novia. Será allí donde se celebre el banquete con el que el futuro matrimonio agasajará a sus invitados y del que se encargará el restaurante Casa Lhardy.

El menú que degustarán los casi 500 invitados entre los que figuran el rey Juan Carlos I, las infantas Elena y Cristina y numerosos rostros conocidos del mundo de la política, ronda los 175 euros por persona y estará compuesto por un cóctel y tres platos. Primero comenzarán con seis canapés entre los que podrían figurar diferentes tipos de croquetas, cazuelitas de gambas al ajillo, samosas de carrillera con crema de yogur y menta o cocochas de merluza en salsa verde; para después pasar a la mesa a degustar un primero, un segundo y un postre.

Será Casa Lhardy, un emblemático establecimiento de la capital que lleva funcionando desde 1839, quien se encargue de este catering, el cual se ha convertido en uno muy demandado para los banquetes nupciales desde que en el 2021 el restaurante pasó a ser propiedad de Pescaderías Coruñesas.

De la "exquisitez" a la "estafa"

Ubicado en la Carretera de San Jerónimo, a pocos pasos de la Puerta del Sol, es uno de los locales con mayor solera de la capital española. "No se puede concebir Madrid sin Lhardy", dijo el escritor Azorín sobre este establecimiento del que no hay una opinión unánime entre las reseñas de los clientes que se pueden encontrar en portales como Trip Advisor ya que, hay quien cataloga su experiencia en el salón como "toda una experiencia gastronómica" mientras que existen opiniones contrarias que prefieren olvidarlo por considerarlo "la estafa en Madrid de la que nadie te avisa".

"Empezamos con el mantel sucio (con una mancha imposible de ignorar) y seguimos con un servicio deficiente. La comida normalita. El precio, que ya se conoce de antemano pues pedimos el cocido, resulta desproporcionado si se tiene en cuenta la comida y la atención. Me da la impresión que es un local q vive exclusivamente de su nombre y que deja de lado el trato al cliente y el esmero en la cocina y el servicio", escribió un usuario hace apenas unos días en la mencionada web calificando su paso por el restaurante como "desilusionante".

Otro visitante, en cambio, aplaude la "tradición exquisita" del local y lo describe como un "restaurante imperdible en Madrid lider en el tradicional "cocido madrileño" en un local con gran tradicion encanto y trato exquisito.Gran calidad en todos los otros platos, si tu opción no es el cocido. El "soufleé" de postre digno de reyes. El precio no es barato, pero vale la pena", asegura.

El cocido, su principal atracción

Además del solomillo Wellington, el cóctel de gambas y su famoso consomé, el cocido madrileño en tres vuelcos es uno de los grandes atractivos de Casa Lhardy. Se sirve en bandejas de plata, arranca con una sopa de fideos cabello de ángel y continúa con garbanzos pedrosillano, chorizo de León, morcilla de cebolla de Baeza, longaniza trufada de cerdos de Euskal Txerri y verduras de Carabaña. Un compendio de ingredientes que no terminan de convencer a toda la clientela a juzgar por las reseñas que se ven en la red.

Pese a que la puntuación media es de 4,2 en Google y que hay quienes dicen que es "caro, pero merece la pena y después de ir entiendes el precio", están también opiniones contrarias que no ven una relación correcta entre lo que cuestan los platos y la calidad de la comida. "No está mal, pero tampoco es excepcional. Quizás el problema sea la expectativa que tenía por comer en un restaurante centenario", escribe una clienta en internet tras haber pasado por el restaurante.

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