Coco Dávez y el botijo, todo un homenaje en la exposición 'Caos y Otras Luces'

La artista presenta su colorido universo a través de la tradición.

Coco Dávez para Cocol
Coco Dávez para Cocol / Cortesía de Coco Dávez

La historia que hay detrás de la exposición "Caos y Otras Luces" es la de un flechazo en toda regla. La creativa multidisciplinar Coco Dávez siente pasión por la artesanía con alma, por lo tradicional, del amor por el mítico botijo español. La creadora del espacio donde tiene lugar esta exposición, "COCOL", también. Un día Coco pasó por la tienda y no pudo resistirse a entrar en ella. Allí encontró una puerta a un mundo de recuerdos, de infancia, de tradición. Se volvió asidua a la tienda hasta que un día preguntó por los botijos. Pepa, la dueña de "COCOL" le mostró infinidad de formas diferentes de botijo y de pronto vieron claro que tenían que hacer un proyecto juntas para poner en valor la esencia de este objeto.

Botijos en la exposición 'Caos y otras luces'

Botijos en la exposición 'Caos y otras luces'.

/ Cortesía de Coco Dávez

Si bien es cierto que las obras de Coco Dávez siempre tienen un aire alegre, una paleta de colores intensos, en esta exposición quería homenajear a la parte a priori oscura de donde salen esos chorros de luz que se convierten luego en obras.

Coco Dávez y Pepa Entrena en 'COCOL'

Coco Dávez y Pepa Entrena en 'COCOL'.

/ Cortesía de Coco Dávez

En "Caos y Otras Luces" reúne veintinueve botijos distribuidos en tres etapas. Según palabras de la propia Coco: "la primera, dedicada a la infancia, al caos primario y virgen, que surge de manera espontánea, esta línea es la que más se asemeja a mis formas y colores del universo Dávez", detalla. "La segunda es mi etapa más oscura, en la que más caos viví hasta la fecha, la adolescencia es una etapa en la que la mayoría nos sentimos muy perdidos, tú comienzas a cambiar a una velocidad vertiginosa, tu cuerpo, el mundo te parece un lugar desconocido, tu alrededor se convierte en territorio hostil... Siempre he recordado esta etapa como muy negativa, pero gracias a este proyecto, me di cuenta que en realidad fue la más importante, fue la que me hizo darme cuenta de hacia donde quería ir, qué mujer querría llegar a ser, cómo me imaginaba en un futuro, y ahí surgen las luces en formas de salpicones de color sobre fondo negro, brochazos caóticos pintados con las manos con todo el placer que supone eso". Y finalmente "la tercera, la línea en blanco y negro representa esa calma, ese sosiego, ya se ve aire entre las formas, cierta armonía, pero dentro de ese orden, no hay dos figuras iguales, todo orden guarda algo de caos y viceversa, uno bebe del otro y de ahí surge la línea de dos piezas sueltas que representan estos dos polos, la armonía como concepto pero con algunas sombras y la oscuridad, con sus pinceladas de luz".

Sin duda es su proyecto más personal y donde muestra más de ella. Puedes visitar la colección íntegra de botijos de Coco Dávez hasta el 15 de julio en 'COCOL' (Costanilla de San Andrés, 18, Madrid).

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