Cinco 'spin offs' que nunca debieron existir

Cuando de una serie de éxito surge una secuela de dudosa premisa, los fans contienen el aliento. Y, a veces, el desastre ocurre.

'The Carrie Diaries'

Un imagen promocional de la serie 'The Carrie Diaries'.

/ D. R.

A lo mejor estamos blanditas porque George R.R. Martin ha anunciado que veremos antes el 'spin off' de 'Juego de Tronos' que el próximo libro de la saga; a lo mejor es porque nos emociona (y nos aterra) descubrir que habrá secuelas de 'Anatomía de Grey' ('Station 19', sobre los bomberos de Seattle), 'Suits' (centrado en el personaje de Jessica Pearson) y 'Sons of Anarchy’ (con los moteros de Mayans MC); o a lo mejor es porque la CBS está resuelta a producir 'Cómo conocí a vuestro padre' como sea, y va ya por el tercer intento, esta vez con la guionista de 'Eres lo peor’' y sin Greta Gerwig como protagonista.

El caso es que, últimamente, nuestro corazón fan sufre cada vez que alguien intenta exprimir un poco más una serie de premisa afortunada. Y para que no nos toméis por gente derrotista sin argumentos (siempre tenemos argumentos), aquí os damos una muestra de los abismos de horror que pueden visitar ciertos guionistas. Estos son nuestros 'spin offs' ignominiosos favoritos.

1. 'The Carrie diaries' (serie madre: 'Sexo en Nueva York').

Resulta curioso que se acusara a esta precuela de no ser fiel a sus orígenes, cuando se basaba, precisamente, en el libro que sobre la adolescencia de Carrie Bradshaw escribió la autora de 'Sexo en Nueva York', Candance Bushnell. Pero la Carrie adolescente, a diferencia de su contrapartida adulta, nunca aprendió a hablar al corazón de su público objetivo. Era sosa, trascendente y autoconsciente donde nuestra Carrie era transgresora, auténtica y, sí, un poquito frívola. Ni siquiera Sarah Jessica Jones pudo fingir que le gustaba. 'Los diarios de Carrie' no funcionó, ni como metadona para las mujeres adultas que en su día se bebieron 'Sexo en Nueva York' ni como cebo para una nueva generación de 'fashion victims' empoderadas. Aguantó dos temporadas antes de que le aplicaran el quitaesmalte y la cancelaran.

2. 'Joey' (serie madre: 'Friends')

Si hubiera una entrada en Wikipedia titulada 'spin offs innecesarios', tendría al lado una foto del actor Matt LeBlanc. Cuando Joey cambió Nueva York por Los Ángeles, descubrimos que era mucho menos gracioso sin un Chandler de 'Friends' que le diera baños de sentido común o sin una Phoebe que le acompañara a su mundo de luz y de color. Se dijo, en su momento, que un personaje-caricatura funciona como secundario, pero no como protagonista (pero entonces, ¿cómo explicamos el éxito de nuestro 'spin off' patrio preferido, 'Aída'?). 'Joey' recibió tratamiento de 'prime time', pero fue a la deriva durante dos temporadas, y acabó muriendo sin llegar a emitir sus seis últimos episodios. Años después, Matt LeBlanc acertó con una versión madura (y mucho más cínica) de la premisa en otra serie, 'Episodes'.

3. 'Los vigilantes de la noche' (serie madre: 'Los vigilantes de la playa')

Seguramente, esta serie sigue siendo campeona imbatida de las secuelas mal pensadas. Alguien decidió que, siempre que la cosa sucediera en la playa y con David Hasselhoff al frente, las socorristas en bañador, el ambiente de eternas vacaciones y las carreras a cámara lenta por la orilla eran prescindibles. Pero resulta, ¡oh, no!, que aquellos eran, precisamente, los puntos fuertes de 'Los vigilantes de la playa'. Los casos detectivescos (y noctámbulos) de Mitch Bucchannon no conquistaron al público, ni siquiera cuando los guionistas, desesperados, añadieron al cóctel vampiros y demonios interdimensionales. El engendro se estiró durante dos temporadas y ni siquiera Antena 3 se atrevió a emitirla antes de la una de la madrugada.

4. 'Modelos' (serie madre: 'Melrose Place').

Si para hacer una secuela hay que asumir un riesgo, para montar la secuela de una secuela basta con abrazar la locura. 'Modelos' se escindió de 'Melrose Place' (que, si recordáis, fue en su momento un spin off de 'Sensación de vivir', pensado para fans creciditos). Al frente estaba Linda Gray, Sue Ellen en 'Dallas' (sí, hubo chistes sobre la cantidad de alcohol que había que ingerir para aceptar semejante papel). Gray encarnaba a la madre de Amanda Woodward —el personaje de televisión que mejor ha llevado los trajes chaqueta, con permiso de Diane Lockhart—, y la trama se centraba en los juegos de tronos de las modelos de la agencia que regentaba. Lo mejor que podemos decir de 'Modelos' es que dio de comer a una Carrie Ann Moss en los inicios de su carrera. Por lo demás, el resultado fue tan terrorífico que ni la sacaron en DVD.

¿Existe un spin off de 'Cheers' que no es 'Frasier'? La vida nunca deja de sorprendernos. 13 episodios duró esta mal pensada y mal ejecutada comedia basada en la complicada vida familiar de Nick, el ex de la camarera Carla (¿por qué él, de entre todos los habituales del bar?, nos preguntamos). Esta caricatura de gañán, casado en segunda vuelta con una rubia también estereotipada hasta el extremo, se mudaba a Las Vegas, y ni siquiera con los casinos de fondo ni con los cameos de Carla, Norm o Cliff consiguió interesar al público. Nick acabó volviendo a Boston y al taburete de 'Cheers' y los guionistas aprendieron de sus errores: 'Frasier' estaba a la vuelta de la esquina.

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