La gran noche de Alejandro Sanz en la que David Bisbal casi nos hace llorar

Sin duda, Alejandro Sanz recordará este 2017 como uno de los años más especiales y emotivos de su trayectoria. El artista, que celebra este año el 20º aniversario de su disco más emblemático, 'MÁS', demostró el pasado junio que sus canciones eran capaz de llenar estadios de fútbol y agotar entradas en tiempo récord (lo hizo en el Vicente Calderón, en Madrid).

En aquella ocasión también demostró que a lo largo de 30 años de carrera ha sido capaz de ganarse el cariño y el respeto de muchos de sus compañeros de profesión, algunos de los cuales se subieron con él al escenario ese día (por allí pasaron, cual ejército, Malú, David Bisbal, Antonio Orozco, Manuel Carrasco...).

La semana pasada, el madrileño <strong> Golden Award</strong>recibía un Golden Award en reconocimiento a su carrera en la gala de LOS40 Music Awards, y desde este miércoles posee un nuevo Grammy Latino (y ya son 18) en casa: el de 'Persona del Año', otorgado por "sus logros artísticos y sus contribuciones filantrópicas" y uno de los premios más importantes que concede la Academia Latina de la Grabación.

El cantante recogió este último galardón este miércoles en una gala que tuvo lugar en el Mandalay Bay Convention Center de Las Vegas y, como viene siendo habitual, con un gran 'squad' de amigos con los que compartir el momento.

Camila Cabello, Luis Fonsi, Juan Luis Guerra, Jesse & Joy, Juanes, Mon Laferte, Natalia Lafourcade, Niña Pastori, Rosalía o Residente fueron algunos de los que no faltaron a la cita e, incluso, agarraron el micrófono para cantarle sus propias canciones (intensa y delicada sonó ese 'No es lo mismo' con la que la mexicana Natalia Lafourcade abrió la noche. O Rosalía, la flamenca más moderna de la escena española, que regaló su voz a 'Cuando nadie me ve').

Pero si hubo un artista que conmovió aún más a los asistentes fue, seguramente, David Bisbal, quien interpretó 'El alma al aire' con una interrupción espontánea para acercarse al hombre de la noche y darle un gran abrazo. Al almeriense se le puso un nudo en la garganta al explicar que las canciones de Alejandro le recordaban "ese niño que cantaba frente al espejo" (también la cara de Alejandro era un poema).

Hubo otras declaraciones emocionantes y cientos de elogios, como el de Niña Pastori, que aseguró que no podía haber mejor embajador de la música española que el homenajeado mientras se oían aplausos cerrados, algunos de ellos provenientes la mujer del artista, Raquel Perera, o de su hija, Manuela, sentadas entre el público.

Para elevar intensidad a la noche, Alejandro rebuscó en su poesía para agradecer la distinción de 'Persona del Año': "Cuando era un niño tuve un sueño, después una guitarra, un acorde, un verso, un miedo, una necesidad, una canción y me puse a cantar". "Somos lo que soñamos", resumió, con la mano en el pecho, antes de entonar su gran 'Corazón partío'.