¡Atención! A partir de hoy, si eres mujer, vas a trabajar gratis para tu empresa

La brecha salarial con los hombres equivale a que desde el 11 de noviembre y hasta final de año las mujeres no cobren por su trabajo.

Brecha salarial
Brecha salarial / Istock

Mira a cualquiera de tus compañeros hombres (menos a Paul Newman si lo tuvieras en casa o en la oficina). Están trabajando como todos los días… y cobran como todos los días. Tú no. Asume que desde el 11 de noviembre y hasta el 31 de diciembre vas a regalar tu tiempo y tu esfuerzo a la empresa. Es una buena manera de visibilizar la brecha salarial que sigue marcando diferencias por género en nuestro país.

Son 51 días menos de sueldo en comparación con lo que gana un hombre realizando las mismas tareas. Eso supone que muchas mujeres aportan menos a la Seguridad Social, por tanto, tendrán pensiones más bajas y peores prestaciones por desempleo, además de contribuir menos a Hacienda.

Las mujeres cobran menos que los hombres
Las mujeres cobran menos que los hombres / Istock

El dato se extrae del informe anual del Eurostat, la Oficina Europea de Estadística, donde se analiza la discriminación laboral en 25 estados de la Unión Europea (UE). Al menos, España ha progresado algo con respecto al informe publicado en 2019, cuando esa diferencia llegaba a los 55 días, una mejoría demasiado escasa cuando la distancia sigue siendo escandalosamente amplia. Tampoco resulta un consuelo que la brecha salarial sea menor de la media del resto de la UE, que se sitúa en 57 días.

Rumanía, el país más igualitario

Es cierto que en Alemania, Reino Unido, República Checa, Austria, Eslovaquia y Eslovenia están peor que nosotros: allí las mujeres trabajan gratis entre 71 y 83 días. Pero también es verdad que estamos muy lejos de Rumanía, donde la diferencia es de 11 días, o de Luxemburgo, con una brecha de 17 días.

Las mujeres no cobran igual que los hombres
Las mujeres no cobran igual que los hombres / Istock

Desde el sindicato UGT, que ha hecho públicos estos datos, se teme que la crisis económica que está provocando la pandemia aumente la precariedad en el empleo y sirva de justificación a los empresarios para no esforzarse en corregir esa discriminación, aunque ya existe una legislación que les compromete a ello.

Desde el pasado año un real decreto obliga a las empresas a contar con un registro salarial que pueda ser revisado por los inspectores de trabajo para verificar que se cumple con el principio de igualdad retributiva. Aunque las empresas de más de 50 empleados tienen de plazo hasta 2022 para llegar a la paridad.

Sin embargo, hecha la ley… Los pluses, los complementos o las jornadas reducidas pueden camuflar una diferencia de retribución que, como se asegura en el comunicado de UGT, “es de todas las discriminaciones que sufren las mujeres, la que cuesta más ser erradicada”. Y en plena crisis y con las cifras de desempleo desbocadas, serán pocas las trabajadoras que denuncien ser víctimas de esa tara sexista. Habrá todavía mucha brecha por cerrar.

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