Muere Didier Lourenço a los 55 años

El pitntor catalán Didier Lourenço ha fallecido a los 55 años, hacía un mes y medio que le habían diagnosticado una enfermedad con muy mal pronóstico. Lourenço nació en 1968 en Premià de Mar, Barcelona y con tan solo 19 años empezó a trabajar la litografía en el taller de su padre Fluvio, de origen portugués. En 1988 Didier fundó su propio taller para desarrollar tanto la litografía como el óleo, el taller se convirtió en su mejor escuela, tanto para estampar sus trabajos como los de diversos artistas.

En 1991 Lourenço ganó un prestigioso premio para jóvenes artistas que le hizo progresar en el mundo de las galerías tanto para exposiciones individuales como colectivas. Su trabajo empezó rápidamente a tomar una mayor presencia en todas partes del mundo y en crecer las galerías por tener sus últimos trabajos, New York, Seattle, Los Angeles, Hong Kong, Puerto Rico, New Orleans, Nashville, South Africa Las Vegas, Miami, Singapore.

Lourenço, conocido por sus personajes femeninos expresivos cargados de optimismo y placidez, ha muerto a los 55 años víctima de un cáncer fulminante, tal y como ha comuniucado el galerista Jordi Barnadas, responsable de una de las principales salas con las que trabajó.

El mundo pausado de Lourenço

Con sus obras, Lourenço reivindicaba una vida pausada y libre, con personajes llenos de color en bicicleta por el mediterráneo. Lourenço describçia su trayectoria: "Al principio eran obras llenas de atrevimiento y arrebato, con mucha espontaneidad e inocencia. Al madurar, la obra toma inevitablemente más precisión, pensamiento, matices. Creo que el artista honesto consigo mismo evoluciona sin la intención de hacerlo, porque lo que hacemos los pintores es el reflejo de nuestra alma".

Próxima exposición

Lourenço tenía previsto exponer en abril del 2024 en la galería Jordi Barnadas de Barcelona. "Era una persona divertida y templada que se hacía querer. A nivel de galería sólo nos daba alegrías, por su profesionalidad y sus atractivos cuadros que a la gente le encantaban. Siempre con buen humor”, aseguran desde la galería Silvia Vila.

Se encontraba en su mejor momento profesional y personal, sigue explicando Vila. Tenía un nuevo estudio enorme en Premià, pero no ha tenido tiempo de disfrutarlo. Cuando Barnadas le visitó en junio, estaba “pletórico e ilusionado”, lleno de proyectos y atendiendo como siempre galerías de todo el mundo que le pedían cuadros para exposiciones y ferias. En Cataluña, también era un habitual de El Claustro de Girona, La Arcada de Blanes y Anquin's de Reus.

El arte de Lourenço

El arte de Lourenço trabaja en el territorio del silencio y de lo oculto, en la felicidad invisible de la mujer, también en sus miedos y sus debilidades, asegura en un artículo María Palau. "Es imposible no sentir alguna emoción ante una de esas mujeres de belleza universal que mira embobada un punto incierto del horizonte, o que proyecta su delicadeza adormecida, o que disimula su tristeza jugueteando con un gatito", asegura.