Así es la nueva casa de campo de Macarena Gómez

Vive en el AVE, en un viaje de tren eterno, entre su finca gerundense del Alto Ampurdán, en la Costa Brava, donde residen su marido, el artista y emprendedor Aldo Comas y su hijo Dante, y Madrid, donde Macarena exprime su apretada agenda de actriz y productora de cine (Cilantro Films).

En la capital quedamos con ella para que, entre première y alfombra roja, nos contara su nuevo proyecto de decoración, esa reforma que ha transformado un granero viejo en un moderno y acogedor loft para invitados junto al nuevo estudio de Aldo, bien surtido de esas pinturas llenas de luz y color, tan de corazón, que le están abriendo un interesante camino en el mundo del arte (@thealdopaint ya expone en Art Basel Miami). «Vivimos con una vaca, dos cerdas, Juanita y Herculina, una cabra, una oveja, tres alpacas, dos caballos, dos perros y un avestruz, y él está pintando doce horas al día. Ha pasado de hacer dos mil kilómetros por semana viajando por todas partes a estar sentado durante tres horas para decidir si traza una línea azul o amarilla. Es una cosa loca, pero es muy feliz», explica Macarena, que nos muestra algunas esculturas suyas que ha distribuido por el jardín y un coche customizado –se intuye a través de las fotos, más allá del ventanal–, pintado como un collage multicolor, con el que se mueven para ir y venir del pueblo.

La casa-granja de Macarena Gómez es un molino del siglo XVII reformado que utilizaban para veranear, pero, tras pasar allí la pandemia, decidieron que los hombres de la casa se quedarían a vivir en el campo, mientras ella regresa los fines de semana y las épocas de menos trabajo. Por eso, la actriz decidió mejorar esta finca llena de color y de sorprendentes animales reformando el antiguo granero: «Necesitábamos un lugar para alojar a los amigos que vienen a vernos, además de ampliar el estudio de Aldo, así que yo, que adoro la decoración, me puse manos a la obra. La reforma ha sido idea mía, aunque Aldo ha contribuido con algunas piezas, como la estantería de hierro estilo Mondrian y dándome vía libre para que incluyera algunas piezas muy especiales, herencia de su abuela», explica la actriz.

Eso sí, se lo ha tomado con paciencia: más de tres meses ha tardado en darle forma porque, cuando no está segura de algo, para y reflexiona: «Antes de contactar con Sklum para que me cedieran sus preciosos muebles, ya había reformado todas las paredes del granero, incluido el cerramiento de los ventanales y las celosías. Yo tengo un toc con la simetría y las formas geométricas: nunca jamás me verás vestida con una pieza asimétrica –¡y mira que se llevan así los bañadores este verano!–, porque me pone muy nerviosa», explica la cordobesa.

El matrimonio tiene una vertiente solidaria poco conocida. Cuando estalló la guerra de Ucrania, Macarena y Aldo ayudaron a muchos refugiados a venir a España, entre ellos a Lena, que estuvo unos meses viviendo con ellos y que ayudó a pintar las paredes del granero y a decorar el mural de la casa con un original paisaje vegetal.

«No tenía ni idea de cómo decorar el espacio, la verdad, pero navegando por internet me enamoré del sofá de terciopelo de la marca Sklum y de las sillas, muy del estilo art déco. Así que empecé a tirar desde ahí... Y luego, Aldo es muy fan del arquitecto mexicano Luis Barragán, que conjuga paredes en tonos muy llamativos con otras blancas o de cemento, dentro del mismo espacio, de ahí el patio interior con esos colores tan intensos que realizamos: una de las paredes es fucsia y la otra, naranja; otra es roja», explica Macarena.

Lo que está claro es que su estilo tan personal, esa mezcla de eclecticismo, humor, elegancia y valentía, que tantas veces hemos visto y admirado en las alfombras rojas, lo han sabido transmitir al interiorismo de su hogar: las líneas rectas de las celosías y el cerramiento se mezcla con las curvas del mobiliario y las piezas de anticuario, como las lámparas de araña o la gran mesa del comedor, una pieza espectacular, heredada de la abuela de Aldo Comas. También ella se encarga de buscar las puertas, de hacer que las restauren y las pinten: «A mí me apasiona la decoración... Yo estoy en Casa Decor todo el santo día, cogiendo ideas... Este año son más pequeñas las estancias, pero lo prefiero, porque cuando hay mucha información, me atoro», confiesa entre risas. Pero no se plantea montar algo relacionado con el interiorismo: «¡Uf! No tengo tiempo... En todo caso, lo haría mi marido, que es mucho más creativo. Ha diseñado monos, cascos, joyas... yo no tengo ni un minuto libre», explica la actriz y empresaria.

Aldo se ocupó de decorar las zonas exteriores, porque es un apasionado de la jardinería: «A los dos nos gusta mucho la decoración, pero con tanto animal a veces no es fácil conservar las zonas exteriores (risas). Pero vivir aquí es un lujazo. A Aldo le encantan las plantas, todas las que ves son naturales, y también crear patios interiores», explica la productora, que confiesa que su piso de Madrid no se lo trabaja tanto porque lo considera un poco de paso... sobre todo para sus amigos.

Ella allí, además de grabar la 14 temporada de "La que se avecina" (Prime Video) y las segundas entregas de "Sagrada Familia" (Netflix) y "30 Monedas" (HBO Max), de Álex de la Iglesia, despacha asuntos con su productora, Cilantro Films: «Acabo de producir y protagonizar "Tabula Rasa", un thriller grabado en República Dominicana en el que también está Carlos Bardem y Amaia Salamanca. Está en fase de posproducción, pero tengo muchas ganas de que se estrene», asegura.