La prohibición de la pizza con piña o por qué amar al Presidente de Islandia

La pizzacon piña ha abierto el debate en Islandia. Vivimos en una sociedad dividida, de izquierdas o de derechas, blanco o negro, de los Rolling o de los Beatles, de gin o de ron, del Madrid o del Barça, de Brad o Angelina, de tortilla con o sin cebolla… Y la confrontación que más nos perturba, pizza con piña o sin ella.

Nosotras, firmes defensoras de que la pizza es un manjar capaz de solucionar todos los problemas del mundo mundial, abanderamos el movimiento contra la piña en la pizza. En cuanto a comida nos atrevemos con todo, pero hay ciertos límites que no podemos sobrepasar. Y la fruta en una de nuestras comidas preferidas es uno de esos inventos que maldecimos de esta vida moderna.

Así que imaginad la cara de sorpresa cuando cierta noticia se convirtió en viral: el Presidente de Islandia quiere prohibir la piña en la pizza. Bien, bravo, ¿por qué no viviremos en Islandia? Claro está, el mundo se ha dividido entre los que apoyan esta iniciativa y los que se han planteado destituir a Johannesson, que la comida es un tema serio.

Las redes sociales no han tardado en hacerse eco de esta noticia, y el ingenio se ha disparado.

Ante la polémica, el presidente se ha visto obligado a pronunciarse. En su cuenta personal de Facebook, Johannesson ha compartido un mensaje en el que  asegura: "Me gusta la piña, pero no en la pizza. No tengo el poder de hacer leyes que prohíban a la gente poner piña en la pizza". Una pena, la verdad, ¿creéis que Donald Trump tendrá ese poder? ¿Mariano Rajoy?

Lo consideres un héroe o el malvado de una película de terror, lo que no cabe duda es que querrás vivir en un país en el que la principal preocupación es los ingredientes de la pizza. "Para las pizzas yo recomiendo marisco", verás Johannesson, nosotras somos más sencillas, no nos saques del pepperoni.