Tres trucos para ahorrar dinero que también funcionan para perder peso

Las acciones de comer y de gastar dinero siguen unos patrones muy similares y comparten normas. Las que aquí te contamos son especialmente útiles para controlar una y otra.

¿Por qué el alcohol no es compatible con la dieta?
¿Por qué el alcohol no es compatible con la dieta? / D.R.

Según el psicólogo de comportamiento Matt Wallaert, comer y gastar dinero implican comportamientos muy similares. En ambas acciones hay una competencia entre nuestros deseos inmediatos y sus consecuencias. Ahora los psicólogos aplican las lecciones aprendidas en un campo al otro. Estas son tres tips que puedes aplicar en uno y otro campo:

Pon el freno cuando recaigas

Uno de los momentos más importantes en las personas que intentan ahorrar y en las que quieren adelgazar es aquel en que rompen sus buenos propósitos y se dejan llevar por sus tentaciones. Si rompes tu dieta hoy, decides que la dejas y vuelves a empezar el lunes siguiente, te concedes una semana de libertad. Pero si comes o gastas de más, cada caloría o cada euro que gastes solo empeorará la situación. Si tienes un momento de debilidad, lo mejor es verlo como una caída y levantarse de inmediato, al contrario de dejarse llevar y ponerse una nueva fecha para empezar.

Controla el ambiente

No puedes comprar lo que no sales a buscar. Esto funciona para ahorrar dinero, así que el consejo es no exponerse a las tiendas que nos gustan ni ir a ver qué se encuentra. Porque algo siempre aparecerá. Lo mismo ocurre con el peso: siu quieres adelgazar, hay que minimizar las salidas a comer a restaurantes, dejar de comprar dulces y helados, y dejar de tener en casa alimentos ricos en calorías.

Crea un presupuesto estricto

Llevar el control de tus gastos es tan útil como llevar un diario de tus calorías. Crea un presupuesto de calorías y proponte no violarlo bajo ningún concepto. Paga en 'cash' en el supermercado porque varios estudios demuestran que cuando llevamos el dinero en efectivo, hacemos mejores elecciones nutricionales y nos dejamos llevar menos por los impulsos, que si pagamos con tarjeta de crédito.

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