Cinco lecciones del running que te sirven para el resto de la vida

Corriendo no solo se entrenan los músculos y el corazón y se generan endorfinas. También se aprenden lecciones vitales que te harán vivir mejor y afrontar con madurez algunas situaciones de la vida. Veamos algunos ejemplos.

Top deportivo blanco de Victoria's Secret Sport

Top deportivo blanco de Victoria's Secret Sport.

/ @victoriasport

1. Aprendes que eres más fuerte de lo que pensabas

El cuerpo y la mente cuando están en la misma sintonía son capaces de cosas increíbles. Si puedes controlar tu mente para correr muchos más kilómetros de los que habías imaginado el mismo proceso te será útil para otras situaciones que crees que están por encima de tus fuerzas, por ejemplo superar una ruptura, un despido o un disgusto con un familiar.

2. Si no te preparas no vas a conseguir tus objetivos

Cuando llevas una temporada corriendo te das cuenta de que la suerte tiene bastante menos que ver que el éxito que la preparación. Al menos que “la suerte te pille trabajando”, como decía Picasso. Aprendes que los que triunfan llevan mucho trabajo, entrenamiento y estrategia detrás. Esto trasladado a tu vida quiere decir más trabajo, menos improvisación y menos echarle la culpa a la mala suerte de lo que no te sale bien.

3. Fracasar está garantizado cuando no lo intentas

Hay que arriesgar, hay que probar cosas nuevas y salir de la zona de confort, en términos de objetivos deportivos es el único modo de avanzar. Sucede que la vida funciona de modo similar. Si no intentas algo seguro no lo consigues. Si lo intentas quizás tengas una posibilidad. El miedo no sirve para correr … ni para casi nada.

4. Todo lo que sube baja

Es lo que pasa cuando subes una cuesta corriendo. El esfuerzo es muy grande pero aguantas, tienes una voz en el cerebro que te dice que aguantes un poco más porque luego vendrá la bajada, te recuperarás, y te habrás beneficiado de ese extra de trabajo. Moraleja: si eres capaz en cualquier circunstancia de esforzarte un poco más o hacerlo un poco mejor, más temprano que tarde recibirás una recompensa. El running te enseña que si dosificas tus fuerzas y respires vas a llegar a la cima, y que vale la pena.

5. Si fuera fácil todo el mundo lo haría

El hecho de que hayas aceptado este reto es lo que te hace más fuerte que el resto. Si fuera fácil no serías una ganadora.

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