Dieta sin gluten: ¿es peligroso seguirla si no soy celíaco?

La dieta sin gluten es el único tratamiento que existe para celíacos, sin embargo cada vez es más habitual encontrar a quienes no padecen esta enfermedad pero siguen este patrón.

Dieta antiinflamatoria: qué es, para qué sirve y qué alimentos incluye

Los riesgos de la dieta sin gluten sin padecer celiaquía
Los riesgos de la dieta sin gluten sin padecer celiaquía / iStock

En España se calcula que entre un 1 y un 2% de la población española padece celiaquía, es decir, un trastorno inflamatorio autoinmune que provoca daños en el intestino delgado debido a la intolerancia al gluten, una proteína presente en algunos cereales como el trigo, la cebada y el centeno. 

Sin embargo, y pese al alto coste que suponen los alimentos sin gluten -un tema a debate desde hace años-, no solo este grupo (por obligación) opta por seguir una dieta estricta que restringe el consumo de estos alimentos, sino que cada vez son más las personas que deciden seguirlo por decisión propia, debido, como bien resaltan, a los múltiples beneficios que eso supone para su organismo. Incluso figuras de renombre de ámbitos muy diversos de sectores como el deporte o la música han afirmado sentirse mejor después de renunciar al gluten. Pero, ¿qué hay detrás de esta elección? ¿Realmente es saludable optar por una dieta sin gluten sin ser celíaco? Estefanía Álvarez, nutricionista de Neolife, pone fin a las dudas que han ido surgiendo a lo largo de los años.

La dieta sin gluten: ¿existen riesgos si la sigo y no soy celíaco? 

"Es importante siempre individualizar cada caso, desde Neolife somos muy insistentes en esto, pues será fundamental para que cualquier diagnóstico o pauta sea la adecuada para el paciente", explica la nutricionista. "Hay problemas relacionados con el gluten que no necesariamente son celiaquía, como por ejemplo la alergia al gluten o la sensibilidad al gluten no celiaca, que produce síntomas en los pacientes y en los que resulta positivo disminuir o directamente eliminar el gluten de la alimentación. En este caso, aun no siendo celiaco y ya habiendo descartado dicho diagnóstico, cuidar el aporte de gluten de la dieta mejorará la calidad de vida del paciente", matiza.

"Al revisar la calidad nutricional de los productos sin gluten, casi nunca nos encontramos con listas de ingredientes óptimas, pues para tener las cualidades organolépticas que busca el consumidor, se les añaden un sinfín de grasas y azúcares; por tanto, no recomendamos este tipo de alimentos", señala. "En su lugar proponemos escoger otros que naturalmente no llevan gluten en su composición, como por ejemplo el trigo sarraceno".

Como ejemplo, Estefanía apunta a que "sustituir el pan de trigo por pan de trigo sarraceno de panadería será mucho más positivo que comprar aquel que se vende en la estantería del supermercado bajo el nombre de 'sin gluten'".

Los mejores panes sin gluten

Los mejores panes sin gluten

/ iStock

"Por otro lado, si revisamos los alimentos relacionados con el gluten nos encontramos que casi todos son de poco interés nutricional: harinas refinadas, bollería, galletas, pastas blancas…", añade Estefanía y apunta a que, por lo tanto, "eliminar el gluten de la alimentación, aun no siendo celiacos, no tendría por qué suponer ningún efecto negativo sobre la salud, sino que probablemente nos invite a escoger mejores alternativas de cereales o fuentes de hidratos de carbono en general: quinoa, arroz integral, patata, boniato…".

Aun con todo ello, el papel de un nutricionista será fundamental "para qué aun decidiendo no tomar gluten para evitar sintomatología relacionada con su consumo, se lleve a cabo una alimentación variada, equilibrada y que aporte todos los nutrientes necesarios"

"Es importante recalcar, como comentamos anteriormente, que un producto con la denominación “sin gluten” no necesariamente será una buena opción, al igual que pueden no serlo aquellos con mensajes como “light” o “sin azúcares añadidos”, entre otros; siempre hay que revisar los productos que escogemos y analizarlos con criterio propio", señala la experta de Neolife.

Puede parecer obvio, pero realmente es una gran incógnita para gran parte de la sociedad, incluso para la propia experta que apunta a que la respuesta a esta pregunta aún es centro de estudio. "Probablemente, se nace con la predisposición genética, pero se puede o no desarrollar la enfermedad a lo largo de la vida, desde temprana edad hasta incluso en la vejez", señala.

"La enfermedad celiaca es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmune detecta al gluten como una amenaza para el organismo y lo ataca, provocando daños en la mucosa intestinal", apunta Álvarez. "Aún las causas que desembocan finalmente en celiaquía no están claras, aunque parece ser el resultado final de tres factores que provocan un daño en la mucosa intestinal: la predisposición genética, de la que hablamos antes; el sistema inmunológico del paciente y el entorno que lo rodea", explica mientras señala que "la celiaquía se presenta habitualmente con síntomas como dolor abdominal, diarrea, hinchazón después de comer, vómitos, e incluso otros no digestivos como anemia ferropénica o trastornos menstruales y psiquiátricos. 

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