Todo lo que no sabías (o quizás sí) sobre la dieta astringente

No se trata únicamente de comer arroz blanco o evitar alimentos ricos en fibra, hay mucho más detrás de este régimen alimenticio tan popular durante procesos digestivos y que es importante tener en cuenta.

Estas son las dietas más efectivas (y saludables) para mantener el perfecto equilibrio: características y beneficios

Los alimentos que SÍ están permitidos en la dieta blanda
Los alimentos que SÍ están permitidos en la dieta blanda / iStock

El nombre puede resultarte nuevo, sin embargo, es muy probable que hayas tenido que optar por ella en algunas ocasiones a lo largo de tu vida. La dieta astringente es "la dieta que todos conocemos o nos dicen que sigamos cuando estamos en un proceso diarreico, muchos la conocen como dieta antidiarreica", según la farmacéutica y nutricionista Paula Martín Clares (@farmanutribypaula), autora del libro 'La salud de tu piel está en lo que comes'.

La dieta astringente "se basa en la reducción de la ingesta de alimentos ricos o con un aporte moderado de fibra, grasa o lactosa". ¿Cuál es el objetivo principal de este régimen alimenticio? Tal y como señala Martín Clares, "reducir al máximo la estimulación de las secreciones gastrointestinales y disminuir la velocidad del tránsito, con la finalidad de reducir el número y el volumen de las deposiciones diarias y mejorar su consistencia".

Las pautas y recomendaciones de una dieta astringente

  1. La dieta debe estar fraccionada en comidas frecuentes, pero de muy poca cantidad.
  2. Se deben evitar alimentos que irriten la mucosa digestiva como el café, zumo de naranja o condimentos muy fuertes.
  3. La temperatura de la comida debe ser templada, debes evitar comidas muy calientes o muy frías.
  4. Debes excluir alimentos con lactosa, como la leche, cremas o helados. Es importante probar la tolerancia al yogur, ya que contiene cantidades bajas de lactosa y puede ser beneficioso por su contenido en probióticos.
  5. Debes reducir el consumo de azúcar y de alimentos grasos como la mantequilla, el aceite o las salsas.
  6. Se recomienda comer despacio y en un ambiente tranquilo. Masticando de la forma correcta.

Los alimentos astringentes

Yogur natural, pescados blancos merluza, el gallo o el lenguado, carnes de pollo, pavo, ternera o jamón cocido; verduras y hortalizas cocidas o en puré; arroz, pasta o pan blanco, siempre evitando el uso de salsas; frutas astringentes como la pera, el plátano o la manzana; y bebidas isotónicas con moderación, puesto que en exceso pueden agravar el problema.

Mujer con dolor en el abdomen por problemas alimentarios

Mujer con dolor en el abdomen por problemas alimentarios

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Los mitos alrededor de la dieta astringente: todo lo que debes saber

Pese a estar enfocada a unas causas muy específicas, a lo largo de los años han surgido múltiples mitos alrededor de la dieta astringente y Paula Martín Clares, como nutricionista, busca poner fin a algunos de ellos. El primero, el hecho de seguirla sin ningún tipo de supervisión médica, ya que esta dieta "se debe realizar si un profesional te lo ha solicitado, no bajo propia recomendación". Además de todo ello, la propia Martín Clares señala algunos de los mitos más extendidos.

  • La dieta astringente no es una dieta útil para perder peso a largo plazo. Es una dieta que se recomienda cuando hay periodos de diarrea, cuando hay inflamación gastrointestinal o después de cirugías.
  • Una dieta equilibrada puede ser sabrosa y nutritiva incluso dentro de las pautas astringentes. Muchos pensamos que en una dieta astringente lo único que podemos tomar es arroz blanco, pero eso no es así hay muchas más opciones. Como plátanos maduros, manzanas cocidas, zanahorias cocidas, pollo hervido, entre otros.
  • Mucho cuidado porque la dieta astringente no vale para todas las patologías digestivas. Por ejemplo, en el caso de estreñimiento crónico, la dieta astringente podría exacerbar el problema.
  • La dieta astringente se recomienda en periodos de tiempo cortos, no largos. No es una dieta equilibrada a largo plazo y puede llevar a deficiencias nutricionales si se sigue de manera prolongada.
  • No es una dieta genérica. "No es la misma dieta para todos, hay que adaptarla a las necesidades de cada uno", y ese es, probablemente, el primer error.

Este tipo de falsas creencias se han multiplicado en los últimos años gracias, en gran parte, a redes sociales y plataformas de máxima difusión. En ellas es fácil difundir teorías sin respaldo que pueden dar lugar a todo tipo de confusiones, sobre todo en lo relacionado con la alimentación. Por todo ello, tal y como hemos mencionado con anterioridad, antes de seguir esta dieta o cualquier otra, es necesario ponerse en contacto con expertos, serán ellos quienes valoren las necesidades de cada uno y consigan dar con el patrón alimentario adecuado.

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