¿Por qué de unos días a esta parte no dejamos de recibir mensajes que nos piden que confirmemos nuestra suscripción?

Todo lo que necesitas saber sobre el nuevo reglamento de protección de datos. 

Mujer trabajando en su ordenador

Mujer trabajando en su ordenador.

/ Gtres

De un tiempo a esta parte seguro que tu correo electrónico se ha llenado de e-mails pidiéndote que confirmes el uso de tus datos para determinadas finalidades. Hasta ahora era válido simplemente el consentimiento tácito, por el que un usuario presuntamente acepta lo que no rechaza expresamente.

El motivo no es otro que el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) que entra en vigor el 25 de mayo en la Unión Europea mediante el cual si no se revalida de alguna manera este permiso para mantener la información personal su registro pasa a ser automáticamente ilegal. Un hecho que puede conllevar multas muy graves para las compañías suponiendo importantes pérdidas para ellas no no cumplir con lo establecido.

¿En qué te afecta la nueva ley de protección de datos?

Puede que a priori no te hayas parado a pensar en qué puede afectarte pero lo cierto es que puede hacerlo, y mucho. Ahora van a ponerse en cuestión muchos de los dudosos registros que se han hecho para formar determinadas bases de datos con anterioridad. El objetivo principal de esta regulación es que el usuario sepa quién tiene sus datos, por qué los tiene y cómo los está tratando, para poder así decidir si quiere continuar así o quiere tomar alguna medida al respecto.

Precisamente por eso entre las novedades que incluye el reglamento es la posibilidad de limitar el tiempo en el que deseas que esa información sea tratada. Ya no solo importa como se ha accedido a ella sino que puedes rectificarla, cancelarla y oponerte en cualquier momento porque las instituciones desbloquean su poder sobre estos datos para ponerlos, por fin, al servicio de sus usuarios. Un hecho que no hace más que ser mucho más útil de cara la segmentación de la información y, por tanto, se evite invadir la privacidad de cada uno con publicidad que resulta irrelevante.

Otros de los derechos que se obtienen con esta regulación es la posibilidad de apelar al derecho al olvido, lo cual permitirá pedir a buscadores como Google que no muestren determinada información que pueda resultar perjudicial para cualquier ciudadano si así este lo ha solicitado; así como el derecho de portabilidad mediante el cual puedas recibir tus datos en un formato electrónico de uso habitual que pueda transmitirse tal cual a otra compañía.

En definitiva, una norma que no solo beneficia a usuarios al aportarles una mayor protección sino que para las empresas este nuevo uso adecuado de los datos se convierte en un importante activo a tener en cuenta en muchas de las decisiones de la compañía.

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