El diseñador Tomás Alía: así son las tendencias de interiorismo de la nueva normalidad y así serán las casas del futuro

La decoración y el interiorismo ensayan nuevas vías ante las nuevas necesidades impuestas por nuestra realidad.

La 'suite viajera' diseñada por Tomás Alías

La 'suite viajera', el proyecto biohabitable y ecoeficiente que firman Modulab, Egoin y Tomás Alía para Rusticae. ¿La casa del futuro?

/ Modulab

El confinamiento y la nueva normalidad han cambiado ostensiblemente nuestras casas y oficinas. Si para el diseñador Guille García Hoz la pandemia nos empujó "a hacer un Marie Kondo masivo" y a quedarnos "con lo que nos hace felices de verdad", y para la arquitecta Laura Gärna este periodo transformará definitivamente las oficinas, reconvertidas en "puntos de encuentro" para hacer comunidad, para Tomás Alía, arquitecto, diseñador y Premio Nacional de Arquitectura 2000, esta nueva etapa implica una interesante vuelta a las raíces y a la artesanía. Y, también, hablar de futuro. ¿Qué tal vivir en una suite viajera biohabitable y ecoeficiente?

Hablamos con este experto, responsable de proyectos como siete de los hoteles de la cadena Room Mate (hoteles Mario, Laura, Óscar, Emma, Carla, Valentina y Aitana); locales nocturnos como Larios Café o Moma 56, el interior de uno de los estadios que se han construido en Catar para la celebración en 2022 del Mundial de Fútbol o el impresionante hotel Lopesaban Baobab Resort en Gran Canaria.

Así ve el presente y el futuro:

Tras el confinamiento y con la 'nueva normalidad', ¿habrá un antes y un después en el hogar?

Tras la pandemia, todo tiene que cambiar. El interiorismo va a ser más humano, más culto, más sincero y más sencillo. Abogo por un diseño democrático que llegue a la mayoría; sí habrá iconos de diseño, pero ahora hay que dotar a la casa de confort y ergonomía. Dejaremos a un lado la opulencia, el ruido y el ‘overdress’ decorativo.

¿Las tendencias soportan bien la economía estética?

Hablarán más de texturas: puede ser igual de agradable tocar que visionar, ¡el tacto es estético! Y escucharán nuestras necesidades. En España hemos pasado de la mesa camilla a los accesorios de consumo de masas sin que haya habido una transición por medio, y antes de nada hay que escuchar qué necesitan los individuos, cómo viven... En este tiempo, hemos tenido que teletrabajar, comer y convivir en nuestras casas. Esto nos ha hecho pensar en espacios más flexibles que no se definirán con miles de piezas. Bajaremos la intensidad. ¡Corríamos el riesgo de morir de tanta información!

Interior de la 'Suite Viajera' de Tomás Alía

El interior de la 'Suite Viajera'. 

/ Modulab

¿Y qué más?

Antes existía la obsesión de que una casa debía tener salón, un cuarto de estar... eso ha desaparecido y ahora tendemos a incorporar las cocinas dentro de los salones. Ahora el comedor es parte de la cocina y al revés, es un elemento flexible, todo tiende a homogeneizarse. Los espacios son más relajados y articulables.

¿Qué valores hemos recuperado que antes no percibíamos?

Hay una vuelta a las raíces. La artesanía será uno de los nuevos lenguajes. Es sostenible, da vida a la España vacía y habla de singularidad en un mundo globalizado. En España, por ejemplo, está la cerámica de Talavera, que es maravillosa. No hay nada más propio y más significativo de un país que su propia artesanía. Por supuesto, todo trabajado de forma contemporánea, artesanos y diseñadores deberían unirse para producir nuevas piezas.

¿Alguna fórmula innovadora para tiempos inciertos?

Hace un tiempo diseñé la Suite Viajera, un módulo portátil y ecosostenible que se planta en cualquier lado, puede ser en un jardín, y simplifica tiempo y costes en estos tiempos en los que la vivienda es tan inaccesible. Fue ideado como habitación de hotel pero estudiamos cómo desarrollar otros usos: desde oficina en el jardín, que se puede plantar de la noche a la mañana, a vivienda antibacteriana y asequible. Es un módulo industrial que se transporta en grúa, se lleva donde se quiera y reutiliza contenedores de puertos. Por 30.000 euros puedes tener una vivienda de 30 metros cuadros; por 60.000, el doble de espacio. Y es sostenible.

¿De qué color es la nueva normalidad?

De colores tranquilos y naturales, tonalidades tierra. Habrá espacios neutros con manchas de color. Los ambientes serán más naturales, volveremos al mimbre, a la madera... que son mucho más amables. Estamos cansados de ese 'revival' del siglo XIX y de sus excesos, hemos abusado demasiado de ello.

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