Brutalismo, una tendencia que también llega a la decoración

Tamaño XL y formas sin límites son las consignas clave de esta arquitectónica tendencia de decoración. 

Silla 'Smile' de Giancarlo Valle

Silla 'Smile' de Giancarlo Valle.

/ D.R.

Conocido como uno de los estilos arquitectónicos más llamativos por su particular estética y formalismo, el brutalismo es un término que se generó entre las décadas de 1950 y 1970 y que ha pasado a la historia por su excepcional repetición de las geometrías angulares.

Inspirado en sus orígenes por el trabajo, sobre todo en el ámbito de la arquitectura, de Le Corbusier y Eero Saarinen, el brutalismo también ha encontrado en el diseño de mobiliario la réplica perfecta para conseguir un diseño tremendamente llamativo por su formas y curioso en sus acabados. En este aspecto, este tipo de piezas parecen adoptar las formas que se obtienen de los moldes que se hubieran utilizado para la construcción de diferentes tipos de edificios.

Tamaño XL: grandes estructuras que recuerdan a las líneas arquitectónicas de la construcción son características que esta tendencia adopta para trasladar a piezas destacadas de nuestras viviendas. Es precisamente en el campo de los asientos y las mesas donde mayor presencia estilística tiene este formalismo. Así, la silla 'Smile', diseñada por el estudio de Giancarlo Valle, o la colección de mobiliario 'Scala', de Stéphane Parmentier para Giobagnara, reflejan perfectamente este diseño pegado a los moldes. Son como pequeñas construcciones arquitectónicas trasladadas al mundo del mobiliario. Para conseguir darle una mayor presencia en algunos de ellos se recurre a los tapizados con materiales de calidad como la seda, el lino o el terciopelo.

Formas sin límites: el creador noruego Terje Ekstrem llevó incluso el diseño de este tipo de piezas un paso más adelante con la creación de su famosa 'Lounge Chaise', cuyas formas curvas y caprichosa construcción, le catapultaron al éxito. La particularidad del cambio de forma que permite este modelo lo hace incluso más llamativo, puesto que puedes adaptarlo, dentro de un orden, a tus necesidades de asiento. Sus coloridos acabados en los tapizados ofrecen una imagen sobredimensionada del diseño y consiguen un aspecto bastante cercano a la escultura.

Pero el mundo textil también es un campo en el que se encuentran estas mismas referencias. La alfombra 'Bening' de la diseñadora textil Marian Pepler es un ejemplo perfecto para ver cómo un diseño que recuerda a las formas arquitectónicas de un plano se adaptan perfectamente a un tejido plano. La curiosa disposición repetitiva del motivo gráfico consigue un efecto óptico cercano a la arquitectura.

Si todavía quieres saber más, nada mejor que echarle un vistazo al libro 'CCCP' de Frédéric Chaubin, de Taschen, para descubrir cuáles son los mejores ejemplos vigentes de esta corriente arquitectónica.

Goito Paradelo es editor de la revista 'online' MaterialSoul.

Síguele la pista

  • Lo último