Viajeras Cum Laude
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Karen Blixen (1885-1962): Una baronesa en keniaNacida en el seno de una aristocrática familia danesa, en 1912 –y para huir de su monótona vida en Copenhague– decidió casarse con su primo lejano Bror Blixen-Finecke. Un año más tarde se instaló con su esposo en una finca a las afueras de Nairobi. Pero la vida real de la escritora no fue tan romántica. Divorciada de Bror tras 6 años de matrimonio, sin poder tener hijos, enamorada del cazador Denys Finch-Hatton y enfrentándose a la responsabilidad de explotar una plantación de café, solo encontró consuelo en el contacto diario con los nativos y en los paisajes africanos. En 1931 abandonó para siempre su granja al pie de las colinas de Ngong y se refugió, enferma y arruinada, en su casa natal de Rungstedllund, al norte de Copenhague. Seis años después publicaba ‘Memorias de África’, el libro que la haría famosa. «Tengo la sensación de que en el futuro, me encuentre donde me encuentre, siempre me preguntaré si está lloviendo en Ngong», le confesó a su madre.
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Almudena Fernández lleva camisa Calvin Klein, pantalones Tommy Hilfiger, pañuelo estampado Noro, cinturón de piel Armand Basi, zapatos planos masculinos Neosens.Pantalones caqui y camisa masculina; el look Earhart nos sigue fascinando.
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Amelia Earhart (1897-1937): La dama de los cielosA los 23 años, su padre le regaló un vuelo de diez minutos de duración sobre Los Ángeles, y eso la animó a recibir lecciones de pilotaje –su instructora fue la aviadora pionera Anita Snook–. En poco tiempo comenzó una fulgurante carrera y es que Amelia lo tenía todo para ser una heroína moderna: era hermosa, valiente, inconformista y perseverante. Rubia, alta y de ojos azules marcó estilo en su época hasta el punto de acaparar las portadas de las revistas de moda. En 1931 se casó con el afamado editor y publicista George Putnam. A punto de cumplir los 40 se propuso un nuevo reto: ser la primera mujer en dar la vuelta al mundo. No lo consiguió y sus sueños se desvanecieron en las aguas del Pacífico. En una carta dirigida a su esposo poco antes de morir le decía: «Las mujeres deben intentar hacer las mismas cosas que han hecho los hombres. Y si fracasan, su fracaso debe ser un desafío para otras mujeres.»
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Almudena lleva camisa Alma Aguilar, bermudas de ante Loewe, sombrero Álvarez-Gómez, cinturón Cycle, calcetines Condor, zapatos Neosens.Shorts y blusas de aire vintage: dos piezas intemporales.
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Osa Johnson (1894-1953): Casada con la aventuraNada hacía imaginar que aquella niña nacida en una perdida ciudad de Kansas sería una estrella de Hollywood. En 1910, con 16 años, se casaba con Martin Johnson, un cineasta y explorador, 10 años mayor que ella, que cambiaría para siempre su destino. Pasaron la luna de miel en una isla de los Mares del Sur, donde filmaron imágenes de tribus caníbales. A su regreso a Nueva York, la película se convirtió en un éxito gracias a Osa. Un periodista la definió mejor que nadie: «Tiene las maneras de una estrella de cine, el corazón de una ama de casa y el coraje de un león de la sabana.»
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Blusa Virgine Castaway, falda de satén verde Ralph Lauren cinturón de piel Lacoste y zapatos Pikolinos.Revival con clase: falda larga y top con detalles en bainica.
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Blixen en Kenia con sus perros escoceses (1918).
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Vestido de gasa Burberry, cinturón Max Mara, zapatos con cuña Lacoste y bolso Malababa.Vuelven, como entonces, los vestidos delicados con cintura marcada.
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Martha Gellhorn (1909-1998): Una periodista de razaFue una de las primeras corresponsales de guerra del mundo pero la historia la recuerda por haber sido la tercera esposa de Ernest Hemingway. Lo conoció en 1936 en Florida y un año más tarde se volvieron a encontrar en Madrid, donde ella había sido enviada por la revista ‘Collier’s’ para cubrir la Guerra Civil. Con el sonido de las bombas y los morteros como telón de fondo, Martha escribió sus mejores crónicas de guerra. El célebre escritor no pudo resistirse a los encantos de esta mujer culta, atractiva y valerosa. Se hicieron amantes, y al finalizar la contienda, en 1939, regresaron juntos a EEUU, donde contrajeron matrimonio. No obstante, en 1946, su relación se hizo insoportable y culminó en una violenta separación. A los 89 años, enferma de cáncer y prácticamente ciega, puso fin a su intensa y aventurera vida ingiriendo una sobredosis de barbitúricos.