Nina Ricci, colección primavera 2016

El traje masculino reinterpretado en clave femenina. Pantalones anchos, colores suaves, terrenales, casi veraniegos,

Vestido de tirantes gris perla que deja fluir el cuerpo femenino.

Los surcos de los pliegues de las telas de falda amarilla y camisa negra realizadas a mano, permite transmitir fuerza a la vez que ligereza.

Vestido negro con un abrigo que lo envuelven en formas arquitectónicas para marcar la elegancia nocturna de la primavera.

Vestido de flores que indica la clara llegada de la primavera, en el único guiño de estampado que Guillaum se permite dar entrada en esta colección.

Al azul del Mediterráneo entra en la primavera, anticipando los calurosos días junto al mar del verano. Este contraste entre la falda de terciopelo y la camisa de corte masculino crean una combinación rompedora.

El abrigo sin forro viste los días de primavera con una simplicidad combinada con una gran ligereza.

Este vestido negro con transparencias y combina con un top blanco crea el perfecto contraste en el que la ligereza y sencillez son la nota dominante.

La fragilidad es la nota que caracteriza a este sencillo y casi abstracto vestido de tirantes.

Vestido beige de largo midi. Ideal para deslumbrar con la máxima sencillez.

El jaspeado blanco y negro de este conjunto de falda y abrigo es perfecto para los cambios imprevisibles de primavera.

Vestido negro de corte safari muy femenino, sencillo trae aroma de los años 60 gracias a los complementos.

La fragilidad de este vestido de tweed es increible, por la simplicidad del corte con tirantes finos y por el detalle de 'pailletes' plateadas en la zona del escote.

Este abrigo realizado a mano, reproduciendo estructura de trench introduce una caída que permite envolverte con cualquier look que lleves.