Los otros nadales
Víctor Fernández (windsurf)
Víctor Fernández (windsurf) Aprovecha la pretemporada –hasta junio no se celebra la primera prueba del mundial PWA, en Gran Canaria– para disfrutar de ‘jaws’ (mandíbulas), una de las olas más grandes y fuertes del mundo: solo se da en Maui tres veces al año. «Es la primera vez que navego esta ola y he alucinado, aunque reconozco que tuve bastante miedo al principio, porque puede llegar hasta los 20 metros de altura», explica Víctor. Se ha ido a Hawái un mes y medio para hacer la tercera parte de la película que está grabando con sus patrocinadores (‘Minds Wide Open’) sobre el ‘lifestyle’ del mundo del windsurf. «Somos chicos sanos, obsesionados con las condiciones metereológicas, que viajamos por las playas de todo el mundo, que cuidamos el entorno...
Pol Amat (hockey hierba)
Pol Amat (hockey hierba)Ganador de dos platas olímpicas en Atlanta y Pekín, el que fue nombrado Mejor Jugador de Hockey del Mundo en 2008 sigue trabajando en un banco (llega a casa a las 11 de la noche) y entrenando por las tardes, en el club Egara que fundó su abuelo en Terrassa: «Los que estamos en el hockey ya sabemos que hay que compaginar trabajo y deporte de alto rendimiento.» ¿Su sueño? «Llegar a Londres» y ganar ese oro que se le ha escapado dos veces. Lo suyo es una cuestión genética. Juega desde los cinco años.Y no cree haberse perdido muchas cosas. «Quizá más momentos con mi familia o mi novia, pero también he vivido sensaciones que solo conoce un deportista.» Ha vivido tan intensamente que su novia ya es su mujer, y a sus 32 años ya tiene un niño de año y medio y espera el segundo. ¿Seguirá la tradición familiar? «Por supuesto, ya tiene el stick, y si él quiere seguir, le ayudaré.»
Blai Mallarach, Marc Minguell e Iñaki Aguilar (waterpolo).
Blai Mallarach, Marc Minguell e Iñaki Aguilar (waterpolo). Chutan con los brazos y nadan con todo el cuerpo. Son tres destacados jugadores de la selección española de waterpolo, actual subcampeona del mundo en Roma 2009. Ya están concentrados para preparar los campeonatos europeos de Shanghái del mes de julio y quitarse el mal sabor de boca de la final italiana. Para Blai, el atacante zurdo, el ala del equipo, el waterpolo podría resumirse en una palabra: «Fuerza». Marc –en el centro de la foto–, lo describe como «compañerismo, siempre dependes del que está a tu lado». Y el portero de la selección y veterano del grupo, Iñaki Minguell, lo define así: «Constancia, personal y de equipo, claro.» El medio, o sea el agua, es igual de duro para todos. «Nadar es lo que más cuesta», según Blai. «Es un deporte que te exige esfuerzo físico e ilusión», explica Marc. Iñaki lo apoya: «Además, tienes que estudiar y formarte para vivir después.» Pero los tres coinciden en que, una vez lo pruebas, ya no puedes vivir sin el waterpolo: les engancha su afán de superación, las victorias y la ambición por llegar a los Juegos Olímpicos.
Javier Gómez Noya (triatlón).
Javier Gómez Noya (triatlón). Acabará 2011 habiendo recorrido 15.000 kilómetros en bici, 1.200 nadando y 3.000 a pie. Acaba de sumar su segundo título como campeón del Mundo, pero el cuarto puesto en los Juegos de Pekín le supo a poco; por eso, su reto en estos momentos es lograr la medalla olímpica en Londres 2012.«Entrenar a tope de seis a ocho horas diarias, sin poder competir (la Federación Española y los médicos del Consejo Superior de Deportes le impidieron competir durante siete años por una anomalía cardíaca), es lo más frustrante. Yo solo paro un par de semanas al año: eso sí, me pego grandes viajes, como el de las islas Maldivas o el de la Patagonia.» Con ese ritmo es difícil mantener una relación: «Por eso me he buscado una novia triatleta.»
José Luis Abajo (esgrima)
José Luis Abajo (esgrima)Asegura que, para amar el esgrima, hay que mantener intacta el alma de niño: «Hay que ser pillo, listo y tomárselo siempre como un juego. Es importante disfrutar a la hora de lograr tus retos.» Él siempre ha sido travieso –por eso su abuelo le llamaba ‘Pirri’, de Pirracas–, un rasgo importantísimo en su deporte: «La cabeza es casi más importante que la forma física. Hay que ser cabezota, fuerte de mente y muy ambicioso. También reflexivo: hay que adivinar el golpe que va a dar el rival y adelantarse», explica el madrileño, medalla de bronce en Pekín y tercero en el campeonato del Mundo en 2009.