Gucci, oda a la individualidad en Milán

Desde que Alessandro Michele tomara las riendas como Director Creativo de Gucci, allá por 2015, sus colecciones han sido una celebración de la diversidad (y un éxito superventas). La que acaba de presentar para poner el broche de oro a la semana de la moda de Milán no es una excepción, si no que ahonda más en esta prioridad del romano. Se trata de sacralizar toda forma de diversidad; de usar la moda como un instrumento preciso para que el individuo construya su propio lugar en el mundo, dotándole de poder. Poesía y utopía a través de la estética.

Pero este show arranca con una distopía. Sobre una cinta deslizante aparecen los modelos ataviados con una suerte de diseños que emulan camisas de fuerza. Shock. Nada que ver con el Gucci al que estamos acostumbrados. De repente se apaga la luz y tras el cortocircuito se reinicia el verdadero desfile. Creaciones únicas que cumplen el deseo de ejercer como vehículo de expresión, eso sí, más pulidos que en anteriores colecciones. Hay transparencias, trajes con logos, looks monocolor, Aires setenteros, lentejuelas, maxigafas con maxicadenas y guantes hasta más alla del codo. Es sexy y es elegante. Mientras, suena el 'Justify my love' de Madonna. La fantasía nos hará libres.