Melánie Thierry, la mujer de las mil caras

Vocación tardíaInterpretar es como una terapia: me libera y me ayuda a crecer como persona.Y eso que yo no fui una niña que soñara con ser actriz... He llegado aquí por casualidad: al principio como un juego, pero poco a poco me lo he ido tomando más en serio. Hice mi primera película con 17 años. Con 20, me instalé en París: representaba una obra de teatro y acababa demasiado tarde para coger el tren de cercanías hasta las afueras de la ciudad. A esa edad, atravesé una crisis, no me llegaban ofertas interesantes. Realmente, los dos últimos años han sido los mejores.» La reina del celuloide chicGanadora del César a actriz revelación en 2010. « Ganar un César te hace más visible pero nada más (sonríe). Esto es una carrera de fondo y lo apasionante es poder trabajar en países, con gente y directores diferentes, como ha hecho Juliette Binoche, por ejemplo. Yo me identifico con el cine de arte y ensayo europeo, no sueño con trabajar en Hollywood pero tampoco renuncio a ello.»

Papeles a medidaDurante los rodajes se mimetiza con sus personajes. «Para hacerlos creíbles, que es mi objetivo como actriz, necesito interiorizarlos, vivir casi como lo harían ellos. Si interpreto a una chica que está en la cárcel no puedo ir vestida como una fashionista porque luego me cuesta mucho cambiar de rol. Durante el rodaje, incluso antes, intento vestir como el personaje, hasta cambio el estilo de peinado ¡acabo de cortármelo para este papel!» Una madre jovenComparte su vida con el cantante francés Raphael y tiene un niño de dos años. «Estoy en un momento fantástico: tengo una pareja y un hijo maravillosos, una vida estable y un oficio que me encanta, en el que no hay lugar para la monotonía porque cada día es diferente. Tuve a mi hijo con 26 años, una edad perfecta para ser madre. No me planteé si interrumpía mi carrera o no: él es mi prioridad. Cuando estoy de viaje o rodando uso su fragancia para sentirme más cerca de él.»

Bailarina exprésNo imaginaba que rodar el spot de un perfume exigiera tanto esfuerzo, ¡más que algunas películas! Al principio, pensé que era imposible lograr lo que me pedían: parecer una bailarina experta cuando no he bailado en mi vida, ni en las discotecas, porque soy muy tímida. Ensayé cinco horas diarias durante un mes con Akram Kahn, uno de los mejores coreógrafos del mundo, y la experiencia ha sido gratificante.» Concienciada socialmenteProcedo de una familia humilde y trabajadora: la solidaridad y la igualdad son valores importantes para mí, forman parte de la educación que he recibido. Acabo de volver de vacaciones con mi chico y hemos recorrido Camboya: no somos tan aventureros como para ir en plan mochilero, pero tampoco nos hemos alojado en hoteles de cinco estrellas. Me sentiría culpable si lo hiciera en un país tan pobre. Tengo un sentido ético de la vida.»

Las nuevas divas tienen curvasLas mujeres curvilíneas han llegado para quedarse, y desbancar al canon ‘ultraslim’ que monopolizaba las pasarelas y alfombras rojas en los últimos años. La top holandesa Lara Stone protagoniza más campañas que nadie esta temporada: releva a Madonna en la de Louis Vuitton y es la nueva imagen de Calvin Klein –la firma que lanzó al mundo el look andrógino de una jovencísima Kate Moss–. Por us parte, la revista norteamericana ‘Esquire’ ha proclamado a la voluptuosa protagonista de ‘Mad Men’, Christina Hendricks, la mujer más sexy del planeta; la hija de Mick Jagger e it girl del momento, Georgia May Jagger, es el rostro de la nueva campaña de Chanel, para cuya colección crucero de esta temporada ha desfilado la modelo Crystal Renn, con una talla 42/44... Y Laetitia Casta ha regresado a la pasarela por la puerta grande: cerrando el desfile de Vuitton y luciendo sus curvas con generosos escotes balconett, corpiños y sujetadores push up. Al fin y al cabo, la tendencia años 50 invita a realzar pecho, ceñir cintura y marcar caderas.

Primer planoConsagrada en el cine francés, donde ha trabajado con directores emblemáticos como André Techiné y Bertrand Tavernier, Mélanie Thierry es uno de los valores en alza de la industria europea. Ha compaginado cine, televisión y teatro –triunfó con la obra ‘Le vieux juif blonde’– e hizo su primera incursión en Hollywood con la superproducción ‘Babylon’ (2007). «Necesitaba una chica que representara la pureza. Se podría creer que Mélanie ha sido creada por ordenador: tiene una cara perfecta, una mirada enigmática, como de otro mundo... además, es muy buena actriz», destacó de ella el director de la cinta, Mathieu Kasovitch.

¡Conócela!1. Adicta al té. «Bebo té verde a todas horas: por la mañana, después de comer, a media tarde... Creo que es tan importante cuidarse por dentro como por fuera.» 2. Para deshinchar los ojos. «Me pongo unas bolsitas de té heladas sobre los párpados durante cinco minutos, cuando tengo tiempo. A diario, me lavo la cara con agua fría para revitalizar la piel.» 3. Look natural. «Tengo buena piel y a para el día a día intento maquillarme poco: uso un rizador de pestañas para abrir la mirada y un bálsamo para hidratar los labios.» 4. Rouge de labios. «Cuando me maquillo para salir tengo un punto excéntrico: me gustan los labios rojo sangre –prueba Rouge Pur Couture de YSL– o destacar los ojos con una sombra muy oscura, o con trazo negro.» 5.Cuida su pelo. «En cada rodaje cambio de corte y de color de pelo. Siempre confío en el colorista Chistophe Robin, uno de los peluqueros de las celebrities.» 6.Practica bikram. «Lo descubrí hace un año y no puedo vivir sin él: me ayuda a mantenerme en forma, liberar toxinas, hacer estiramientos, sentirme más ligera... El yoga te cuida por dentro y por fuera.»

Melánie da vida a la sutil y perturbadora Salomé de la campaña del perfume Belle de Opium, de Yves Saint Laurent. Imagen de YSLEstoy encantada de representar una firma de lujo pero con un punto inconformista. Ser imagen de una marca de tanto prestigio como YSL es un sueño para cualquiera. Me sorprendió que me lo propusieran porque no soy una chica tan conocida como Charlotte Gainsbourg. Creo que les convenció el tipo de personaje que podía interpretrar, una Salomé moderna, peligrosa y juvenil al tiempo. Todas las musas de YSL han sido mujeres de imagen fuerte, que nos han hecho soñar. Por eso estoy orgullosa de coger este testigo.»

De esmoquin «Yves Saint Laurent era un artista, un visionario, y me encanta asociar mi imagen a la de una firma de lujo que, a la vez, ha sido subversiva y revolucionaria. Fue el primero que invitó a la mujer a exhibir su faceta masculina e inconformista», comenta orgullosa Mélanie. El diseñador revolucionó la moda en 1966 cuando nos vistió con esmoquin. Desde entonces y hasta hoy –Stefano PiIlati se encarga de conservar el espíritu del genio–, la mítica prenda ha sido una constante en sus colecciones femeninas.