Ruta por las tabernas de alma castiza y espíritu renovado
Recuperar la personalidad de las antiguas tabernas, con sus tapas tradicionales, su bullicio alegre y su estilo cañí, y traerla a nuestros días es el cometido de estos nuevos locales. Olé y olé.
Taberna Castizo (Sevilla)
Recuperar el espíritu de las tascas sevillanas y de sus animadas barras es el propósito del nuevo local de Ovejas Negras Company, situado en pleno barrio del Arenal. El nombre no deja lugar a dudas: aquí vas a encontrar una carta castiza de principio a fin, con guisos y frituras para disfrutar como si no hubiera un mañana. La decoración es otro de sus pluses, con una bella barra de mármol, azulejos costumbristas y un divertido baño con fichas de dominó. Muy cool.Unos 25 €. Zaragoza, 6.
Casa galleta (Madrid)
Las casas de comida españolas de finales del siglo XIX han servido de inspiración a este restaurante, el quinto del Grupo Bar Galleta. Cabezas de toro de esparto, platos pintados de Toledo, maderas gastadas o gramófonos antiguos, en la decoración, y cocina tradicional de mercado (cocochas, carrillera...), en el plato, son sus apuestas. Un consejo: deja sitio para el postre. Casero, claro.Unos 30 €. Castelló, 12.
Bodegas vidrios y cristales (Barcelona)
Los clásicos del aperitivo protagonizan esta bodega típica de barrio actualizada con detalles modernos. Lo nuevo de Sagardi en El Born, ofrece salazones y ahumados, conservas de pescados artesanas, latas procedentes de pequeños productores, tapas del día (tortilla de patata, ensaladilla...), una surtida bodega de vinos y vermut de grifo.Unos 15 €. Paseo Isabel II, 6.
Taberna Viva Madrid (Madrid)
Fue una de las tabernas con más solera, abierta en 1856 y clave en los años 20 y en La Movida. Ahora reabre sus puertas tras un intenso lavado de cara a cargo de Lázaro Rosa-Violán. Los artífices del nuevo Viva Madrid son el bartender de moda Diego Cabrera y sus socios de Twist de Naranja (los de Salmon Gurú), que se han propuesto «aunar la elegancia de los años 20 con la energía e irreverencia de los 80». Sus claves: cócteles recuperados, vermuts, vinos, cañas bien tiradas y una carta de picoteo castiza pero «inusual» creada por Estanis Carenzo y Pablo Giúdice, con raciones como los torreznos de lechón con vinagreta de pimienta.Unos 30 €. Manuel Fernández y González, 7.