¡Escápate a Ibiza!

Una de las playas más populares es Las Salinas (Ses Salines), por ser aquella que frecuenta la gente 'guapa', que acude a los chiringuitos de moda que plagan la zona. No apta para quienes quieran perderse en playas desérticas y buscar tranquilidad. En tal caso, con coche o moto y guía en mano, puedes llegar a calas más apartadas, como Ses Formigues, Es Portixol, Cala LLentrisca... La lista es interminable, ¡tienes más de 200 km de costa!Las rocas también son un gran atractivo cuando son planas, como las de Sa Pedrera o las de Punta Sa Galera, perfectas para practicar nudismo o para vivir en petit comité la experiencia de una puesta de sol no comercial.

Santa Gertrudis de Fruitera, en el corazón de la isla, es uno de los pueblos dignos de visitar en una escapada ibicenca. Durante el camino verñas cómo va cambiando el paisaje. Las colinas verdes dejan paso a la planicie de la campiña ibicenca, peculiar por su arena roja y los almendros que la pueblan. Encantadoras casas de pagès de piedra, con buganvillas en la puerta, son una constante en la arquitectura del norte de la isla.

Se encuentra en el valle de Sant Rafel, en pleno corazón de la isla, en una finca que mantiene todo el encanto de la Ibiza rural. Y es que se trata de una antigua casa de labor del abuelo de los propietarios, pero con una reforma espectacular y en contacto directo con la naturaleza. Está a 10 km de la ciudad de Ibiza y de las mejores playas, y solo a 4 km de las mejores discotecas y restaurantes de moda.El extra... El hotel está Incluido en la 'Gold List 2013' de la revista Traveller y el año pasado recibió el certificado 'Quality Selection 2012', es decir, está considerado uno de los 99 mejores hoteles del mundo.

De la mano del arquitecto José Torres, el proyecto de reforma de la finca duró más de 3 años.En el año 2009, los propietarios emprendieron una ampliación del número de habitaciones: las villas de Can Lluc, un grupo de 6 habitaciones dobles pensadas para disfrutar del campo en toda su plenitud.

Una belleza de lugar, sobre por el enclave, rodeado de almendros, olivos, algarrobos e higueras que impregnan el aire del olor de los bosques mediterráneos. El hotel se sitúa en la finca Can Palau, con una genuina arquitectura de piedra y madera. A tan solo un quilómetro de la capital, este hotel es ideal porque te permite vivir en un solo día la tranquilidad del campo y la vitalidad del Puerto Deportivo de la ciudad, la intimidad de las pequeñas calas y la agitada noche ibicenca, el silencio del campo y la música más cool de los restaurantes y discotecas de moda.

El hotel incorpora 2 suites y 8 habitaciones dobles, todas ellas con salón, para un auténtico relax. Y si todavía quieres relajarte más, tienes a tu disposición los servicios de un fisioterapeuta, un masajista y un entrenador personal.