¿Qué cuesta ser mujer en Irán?
2
Corría 1980. Los tribunales islámicos deciden aplicar la pena de muerte a una treintena de delitos que empiezan por la oposición política e incluyen hacer el amor sin su permiso o andar desnudos por casa.Este castigo se aplicará en varios formatos, como lanzar al reo desde un lugar alto, la lapidación o el ahorcamiento. De este modo, la junta clérigo-militar resucita las tradiciones de la península arábiga del siglo VII. Prohibieron los nombres, las vestimenta, las fiestas, los ritos y las tradiciones iraníes (persas). De repente, las calles del país dejaron de sentir las carcajadas de su gente, su olor a perfumes, sus colores alegres y el paso de sus hermosas mujeres. Maquillarse, reír, llevar falda, tacones altos, bailar, cantar en público, practicar deportes e incluso entrar en un estadio se prohibió a la mitad de la población.
3
El grito «ya rusari, ya tusari», que significa «pañuelo o puñetazo», aún resuena en la memoria de las mujeres iraníes. Este fue el lema de guerra de los paramilitares para obligar a las mujeres a ponerse el velo. Los garantes de las ‘buenas formas’ patrullaban las calles con cadenas de hierro, puños americanos y ácido, atacando a toda mujer que dejase a la vista un mechón de pelo. En la imagen: mujer arrestada por no cumplir con la normativa islámica sobre la vestimenta.
4
Fue sobre la marcha cuando las iraníes se dieron cuenta de que el velo es más que una prenda: es «la señal de la autoridad del hombre» sobre la mujer. Así lo había señalado la Biblia y el islam lo había recogido. Se estableció que el hombre, llevando barba y pantalones, gestionaría el poder, y la mujer, con velo y falda, cuidaría del esposo y del hogar. Para que así fuera, despidieron a cerca de un millón de funcionarias, prohibieron los anticonceptivos y persiguieron a las activistas de derechos de la mujer.
5
Quedaría para la historia que en la década de los 70 Irán contaba con dos ministras y unas 20 diputadas. El velo no solo servía para desviar la atención de los ciudadanos de los graves problemas políticos, sociales y económicos que tenía el país, sino que iba a ser un primer paso para el asalto a los derechos de la mujer que habían sido conquistados después de décadas de historia.
6
En Irán, el testimonio de dos mujeres equivale al de un hombre; la indemnización por una víctima femenina es la mitad a la de un varón fallecido, y como si de una menor se tratara, a cualquier edad se necesita el permiso escrito de un varón para estudiar, trabajar, viajar e incluso hospedarse en un hotel. En cambio, los hombres pueden contar con cuatro esposas legales e infinitas ‘temporales’, contratadas a cambio de dinero. Para la satisfacción de los pederastas, bajaron la edad nupcial para las chicas de los 18 a los 8 años.
7
El disco‘Mujeres de agua’ (Universal) reúne a doce voces femeninas para homenajear a las cantantes iraníes perseguidas y silenciadas. Dirigido por el productor y compositor Javier Limón, en el disco se mezclan fados, coplas, bulerías, soniquetes del Kurdistán, pasodobles turcos o el cante tradicional griego. Entre las cantantes más conocidas que participan en él se encuentran Estrella Morente, La Shica, Eleftheria Arvanitaki, Mariza o Buika.
8
Escritoras combativas‘Nylon Road. La vida en Irán’, de Parsua Bashi (Norma Ed.). Novela gráfica y autobiográfica de una exiliada. Y es que, bajo la piel de las ciudades vigiladas por los guardianes islámicos, las mujeres subversivas de Irán siguen poniendo en jaque a la dictadura militar religiosa. Hoy, medio centenar de activistas por la democracia y los derechos de la mujer siguen en prisión, bajo terribles torturas.
9
‘Persépolis’, de Marjane Satrapi (Norma Ed.). El más celebre cómic autobiográfico, llevado al cine en 2007.
10
Artistas ‘tapadas’Shirin Neshat (1957, Qazvin). Fotógrafa y cineasta, es un rostro destacado del arte audiovisual iraní. Su film ‘Mujeres sin hombres’, basado en la novela de Shahrnush Parsipur, fue premiado en la Mostra de Venecia 09. Su obra se exhibe permanentemente en el Museo de Arte Contemporáneo de Berlín.
11
Ellas no se callan...Maryam Firuz. Fundadora de la Organización Democrática de la Mujer Iraní, tuvo que exiliarse al ser condenada a muerte por el régimen del Sha, en 1953. Regresó tras la caída del dictador, en 1979. Tres años después fue detenida, a los 75 años –junto con miles de militantes feministas–, torturada y condenada a muerte. Las presiones internacionales consiguieron conmutar la pena a cadena perpetua. Murió en 2008, bajo arresto domiciliario.
12
Laleh Seddigh. Campeona de rallies en Irán, se ha ganado el apodo de ‘la pequeña Schumacher’. Consiguió, con permiso de los ayatolás, competir con los hombres y hoy es capitán del equipo de rally (masculino y femenino), campeona de Oriente Medio y tercera en el mundo.
13
Shadi Sadr. Abogada, periodista y activista de los derechos de la mujer iraní, ha logrado la anulación de algunas condenas a muerte y lucha contra la lapidación. Se exilió de Irán tras ser violentamente arrestada.
14
Shirin Ebadi. Abogada activista de los derechos humanos y la democracia, fue la primera mujer jueza en Irán (apartada cuando llegó la revolución islámica, que ella al principio apoyó) y la primera musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz, en 2003. Asegura que la discriminación de la mujer no es por el islam, sino por su errónea interpretación.