El torero Juan Ortega explica por qué plantó a su novia en el altar

El pasado 2 de diciembre estaba previsto que a las 12 del mediodía Juan Ortega y Carmen Otte se casasen en Jerez de la Frontera. Sin embargo, minutos antes de que comenzara la ceremonia cuando ya había algunos invitados en la iglesia en la que iba a celebrarse, se avisó que el enlace se cancelaba por "circunstancias personales".

Medios como ABC de Sevilla informaron que el novio se encontraba en un hotel preparándose para su gran día cuando decidió llamar a su prometida y anularlo todo en el último momento. "Juan no quería casarse y Carmen lo sabía", dijo una fuente cercana a la pareja a Vanitatis, explicando que el torero tenía muchas dudas en las semanas previas pero la novia lo había achacado a los nervios propios de las circunstancias.

Carmen Otte Alba, quien trabaja en el Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla, donde reside junto al torero desde hace dos años, cuentan desde El Español que decidió enseguida refugiarse en el domicilio de sus padres porque está "destrozada, no para de llorar". Por su parte, el torero decidió tras anular sus planes de boda regresar a su casa para estar en solitario y alejarse del foco mediático.

"Lo que más nos sorprendió es que cuando estuvimos con Juan el viernes antes de su boda, a todos nos despedía diciendo: 'Mañana nos vemos'. Y lo hacía con naturalidad. Una persona como él sería incapaz de decirlo si hubiera tenido otra cosa en la cabeza", recoge esta misma publicación tras haber hablado con el entorno del torero y la cardióloga en busca de alguna explicación sobre el plantón.

Juan Ortega cuenta por qué anuló la boda

Ahora que ha pasado una semana desde lo ocurrido, el torero ha decidido hablar para zanjar así el tema y no dar lugar a especulaciones. "No lo he hecho bien, pero esto no iba bien desde hace tiempo… Ni voy a dar un comunicado ni voy a dar explicaciones. No haré nada, esto ya pasará, mañana habrá otra noticia nueva y se olvidará", ha sido lo único que ha dicho Juan Ortega a sus familiares y amigos cercanos según informa Vanitatis.

Cuentan quienes más le conocen que está tratando de pasar unos días tranquilos en soledad y por eso es muy fácil encontrarlo en la basílica de la Macarena "sentado en el último banco, solo, rezando o escuchando misa. Es un hombre de profundas convicciones religiosas, con mucho mundo interior", han dicho sus allegados al citado medio.

Estas mismas informaciones apuntan a que Ortega se ha instalado en la casa de un buen amigo para permanecer ajeno a la prensa, que ya ha devuelto todos los regalos que habían recibido y que ha corrido con todos los gastos que se habían generado de la boda. "Ahora necesitan espacio y tiempo. Lo mejor es que cada uno siga su vida y el tiempo dirá si se puede retomar de algún modo la relación, pero él es un hombre de decisiones firmes", informan desde su entorno sobre una posible reconciliación.

Se espera que el próximo 11 de febrero reaparezca en público en una plaza de toros compartiendo cartel con Alejandro Talavante y Ginés Marín en la Feria de San Blas y la Candelaria.