The Cebrit: la historia viral de un padre para encontrar el peluche favorito de su hija

La primera historia viral del año con la que muchos padres se han sentido identificados.

The Cebrit, la primera historial viral del año

The Cebrit, la primera historial viral del año.

/ D.R

"Un muñequito sarnoso que no se puede lavar ni perder porque lo necesita para dormir". Seguro que con esta frase más de algún padre se ha sentido identificado. Iván Repila, un usuario de Twitter, ha definido así al peluche preferido de su hija, el mismo que tuvo a su familia en jaque durante toda una tarde.

Esta cómica historia contada en un hilo de la red social comienza con Repila reconociendo que a veces tiene "más miedo de perder ese muñeco que de perder a mi hija: a ella se la puede encontrar por el rastro de destrucción que deja. A LA CEBRITA, NO.".

Y así arranca The Cebrit, la historia de un peluche perdido que se ha convertido en viral en muy pocas horas por el divertido y sarcástico relato que ha colgado en Twitter el padre.

“Nos hemos dado cuenta a mediodía, cuando la niña estaba medio durmiendo la siesta. No le hemos dado excesiva importancia, porque siempre aparece, pero todos estábamos mosqueados. A medida que la tarde iba pasando, mi mujer y yo, cada vez más tensos, dedicábamos ratos entre juegos a buscar The Cebrit por toda la casa. Pero The Cebrit no estaba en ninguno de los lugares habituales.”, explicaba angustiado.

Tras una búsqueda exhaustiva en todos los rincones posibles e imposibles de la casa, han decidido preguntarle a la abuela de la niña, si por casualidad había visto a la cebra. Resulta que la abuela había hecho limpieza general esa misma mañana y había donado algunas cajas con libros. "Por supuesto, la sombra de The Cebrit en un contenedor por error se ha cernido sobre nosotros", reconoce Iván. “Ya daba todo IGUAL: hemos mirado en los armarios del baño, en las cajas de herramientas, en la bañera, en lugares tan altos que hacía falta una escalera para ver algo. Mi suegra, en un acto de EXTREMA DESESPERANZA, ha bajado al sitio donde había donado los libros A PREGUNTAR SI SE HABÍA DEJADO UNA CEBRA".

Pero la cebra seguía sin aparecer. Llegó el temido momento, poner a dormir a la niña y explicarle que su peluche, ese que tanto ama, no estaba. "Con infinita calma y paciencia, mi mujer le ha explicado a Noa que la cebrita se había ido de vacaciones y que ahora lo tocaría dormir a ella sola (...) Empezamos a quitarle la ropa. Mi mujer y yo sollozando discretamente, mirándonos de reojo, preguntándonos en qué contenedor, en qué bolsa de basura, dónde habíamos fallado. La niña empieza a gritar Eita, Eita, como todas las noches (...) Y ahí, sobre la cama, en una casa literalmente arrasada por un huracán de buscadores de cebras, la niña en pañales, lagrimones contenidos, sacamos el pijama con el que la niña dormirá, por vez primera, sin The Cebrit. Y al darle la vuelta al pijama... Atascada en una manga.. .Ahí estaba The Cebrit (...) Y mi hija, que no se ha enterado prácticamente de nada, duerme ahora plácida en su cuna, acompañada por ese muñeco tan sucio que solo tiene rayas negras y rayas muy negras"

Tras un intenso día Iván acabó con una copa de vino y recordándonos que The Cebrit siempre está más cerca de lo que creemos. El hilo supera ya los 46.000 likes y 900 comentarios.

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