Taylor Swift hace frente en público a dos magnates de la industria musical para poder cantar algunos de sus mejores éxitos

A través de su perfil de Twitter. 

Taylor Swift, en un acto de la NBC

Taylor Swift, de violeta y con ear cuff de estrellas. 

/ Richard Shotwell

Dentro de algo más de una semana, el próximo 24 de noviembre, Taylor Swift será la estrella absoluta de los premios American Music Awards, ya que ha sido galardonada como la artista de la década, por lo que tenía en mente celebrarlo con una actuación por todo lo alto, rememorando algunos de sus grandes éxitos. Sin embargo, parece que esto lo tiene difícil a día de hoy por un conflicto legal que mantiene con dos magnates de la industria musical, Scooter Brown -manager de estrellas como Justin Bieber- y Scott Borchetta, dueño de la discográfica con la que la artista grabó sus seis primeros discos.

Big Machine Records, que es como se llama dicha empresa, vendió el catálogo de la norteamericana al primero, de forma que son ellos y no Swift los que tienen derechos sobre temas como .Shake it off. La circunstancia que todavía enreda más el asunto es que la cantante de Nashville es también la compositora de los mismos. Dicho de otro modo, a Taylor Swift no le dejan cantar los temas a los que no solo ella puso voz e hizo famosos, sino los que también escribió. Y, para colmo, tampoco le dejan recurrir a ellos para el documental que Netflix prepara sobre su vida, noticia que se ha visto obligada a contar de forma precipitada por las circunstancias.

El problema no es nuevo; de hecho, la propia Swift ya lo hizo público hace unos meses, cuando tomó la decisión de volver a grabar todas las canciones que son parte del conflicto para zanjar de un plumazo el asunto. El nuevo inconveniente llega porque lo hará el año próximo y, como ya hemos dicho, este evento tan especial para ella tendrá lugar en apenas unos días. Por eso, ante la imposibilidad de desbloquear el asunto por vía privada, la estrella de la música ha decidido pasar al ataque con una ofensiva total, haciendo público en Twitter los detalles del contencioso que mantiene con los empresarios.

"Solo quiero interpretar MI PROPIA música. Eso es todo", dice Swift a lo largo del comunicado que ha publicado en su perfil verificado de la red social del pajarito en un tweet bajo la leyenda "No sé que más hacer". La artista, además, ha explicado en la extensa nota pública qué le exigen a cambio de dejarla tocar en directo sus éxitos: no llevar a cabo sus planes de grabar los temas de nuevo y también que deje de hablar de ellos dos en público.

Desesperada e indignada, Swift lo ha hecho público con la intención de que la presión de la opinión pública les haga cambiar de parecer a los dos empresarios, cuya respuesta no se ha hecho esperar. Ha llegado mediante un comunicado en el que afirman estar sorprendidos por las declaraciones de la artista basadas en "una información falsa", palabras literales con las que se expresan en una nota que concluye con una mención expresa a la cantante: "Taylor, la narrativa que has creado no existe. Todo lo que pedimos es tener una conversación directa y honesta. Cuando eso suceda, verás que no hay nada más que respeto, amabilidad y apoyo esperándote en el otro lado. Hasta la fecha, ninguna de las invitaciones para hablar con nosotros y trabajar a través de esto a sido aceptada”.

Ahora la pelota vuelve a estar en el tejado de Taylor, cuyo gran problema es el tiempo, que vuela sin remedio dejando cada vez menos tiempo de reacción para que pueda hacer la actuación que desea en los AMAs.

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