Oportunidades en Londres

Alejandro Zaera Polo

Arquitecto, director de Foreign Office Architects, 44 años

Según el madrileño Alejandro Zaera, el nombre de su oficina, Foreign Office Architects (FOA) tiene que ver con «la mirada extranjera», construir desde el exterior con la técnica como instrumento. Con el proyecto que le dio fama mundial, la Estación marítima de Yokohama, en Japón, y tras haber residido y trabajado en España, Estados Unidos, Holanda y Reino Unido, la diferencia representa una seña de identidad en la obra de Zaera. «Hoy en día la arquitectura es internacional y lo importante es generar diferencias –no históricas, sino diseñadas–, dentro del entorno global.» Zaera y su mujer y socia, Farshid Moussavi, fundaron su oficina londinense en 1995. «Londres no es arquitectónicamente muy relevante. Lo que es interesante es su enorme nivel de información y un gran potencial de hibridación cultural.» FOA ha ganado el concurso para la organización de la Villa Olímpica en la zona Este de Londres, lo que les mantendrá ocupados hasta 2012. «La idea no era tirar todo y empezar a construir desde cero, sino regenerar una zona muy degradada. Intentaremos que los edificios de la villa sean parte de un paisaje de topografía artificial.»

Él nos propone

● Acercarse a la casa-museo de Sir John Soan, de culto para arquitectos (13 Lincoln’s Inn Fields).

● Ir a Shoreditch, el barrio más hot del momento.

● Ver la Swiss Re Tower, de Foster.

Laura Morera

Bailarina, primera solista de la Royal Opera House, 29 años

A los cinco años, sus profesores vieron que «tenía un talento especial» para la danza. Y desde que se acercó por primera vez a la barra sabía que quería dedicarse profesionalmente al baile. Se formó en la academia madrileña África Guzmán, y a los once años consiguió una beca para ingresar en White Lodge, la escuela e internado que prepara a los futuros bailarines de la Royal Opera House. Desde 1995 cumple su sueño de formar parte de la compañía en Londres. «Aquí tienes que ser artista, conectar con la audiencia para provocarle sentimientos. No solo importa la técnica.» Los solos en el escenario de Laura, elegantes y temperamentales, arrebatan al público. «En el escenario soy feliz. La sonrisa que pongo me sale del alma. Creo que esa es mi mejor cualidad como bailarina.» Los papeles que le han dado más satisfacciones no son los ballets con final feliz, como La Bella Durmiente o Cascanueces. «Prefiero el duro trabajo que dan los caracteres contradictorios, trágicos y oscuros, como los que representé en Onegin o Mayerling.» Después de más de diez años como parte de la Royal Opera House, quiere empezar a transmitir su experiencia. Este verano organizará uno de los cursos Dance Tours International en España «Me gusta enseñar a la gente joven cómo siento y amo el ballet.»

Dónde nos lleva

● Electric Cinema, (Portobello Road 191). «Un lugar especial para tumbarte en las butacas de cuero durante la película.»

● El hotel Lanesborough (Hyde Park Corner) para tomar el típico afternoon tea en el conservatorio.

● Restaurante Le Caprice (Arlington Street), el domingo para el brunch. «Os recomiendo los huevos Benedict.»

● Kensington Gardens, «un parque para meditar».

Collado-García

Francisco Collado y Carlos García, diseñadores de moda

«Realizamos diseños elaborados y muy femeninos; buscamos que nuestras clientas puedan permitirse algo lo más cercano posible a la couture.» Carlos vivía en Londres desde 1990 y trabajaba para firmas de alta costura y el diseñador de sombreros Philip Treacy. Francisco era profesor en la Universidad de Biología de Madrid. Se conocieron allí en 1994 y decidieron abrir juntos una tienda de alta costura en Eton (Windsor). Tres años después, se trasladaron a la capital para montar su propia firma, Collado-García. Su estudio está en Marylebone, a dos calles de la casa de Madonna. Sus diseños combinan los detalles y el corte preciso con la sensualidad que imprimen en todas sus prendas. «No tenemos mucho tiempo libre porque la moda acapara todas tus horas como una amante cruel –dice Francisco–, pero lo que nos inspira es pasear por la ciudad y admirar a sus mujeres.»

Su guía cool

● El restaurante japonés Roka (Charlotte Street 37), «para observar a la gente».

● Los grandes almacenes Selfridge’s (Oxford Street) para tomar café o champaña, comer y, quizás, ir de compras.

● La rosaleda de Regent’s Park, «para pasear tranquilos y olvidarnos de todo».

● Por la noche, DTPM en el club Fabric (Charterhouse Street 77a).