Ona Carbonell denuncia las "condiciones incompatibles" para conciliar lactancia materna y Juegos Olímpicos

La deportista ha tenido que renunciar a llevar con ella a Tokyo a su hijo Kai porque él y su padre "tendrían que estar más de 20 días sin salir de la habitación del hotel". 

La deportista Ona Carbonell

La deportista Ona Carbonell.

/ Getty images

Los Juegos Olímpicos de Tokyo han entrado en la cuenta atrás definitiva. El 23 de julio es el día en el que empezará una competición deportiva que el año pasado se pospuso por la pandemia de la COVID-19, que también ha influenciado de forma sobresaliente en cómo se desarrollaran este año.

Prueba de ello es que el COI ha tenido que aceptar las condiciones impuestas por el Gobierno de Japón, que no permite la presencia de público en las gradas, ni siquiera local, y que tampoco aprueba que viajen al país nipón los familiares de los deportistas. Además, los atletas vivirán en una burbuja que tratará de ser un efectivo escudo contra el virus como ya lo ha sido en otras competiciones deportivas donde este modelo se ha probado con anterioridad.

De esta forma se podrá salvar la competición, que se desarrollará hasta el 8 de agosto. Sin embargo, este contexto tiene consecuencias importantes en un colectivo concreto de deportistas: las madres lactantes.

Ona Carbonell, estrella española de la natación sincronizada, es una de ellas y en las últimas horas ha denunciado en un vídeo publicado en sus redes sociales lo que en su opinión son "condiciones incompatibles con rendir en unos Juegos Olímpicos y que tu familia esté lo mejor posible”.

La atleta catalana ha hecho pública su queja después de que el COI sí aceptara finalmente que los bebés lactantes viajaran a Japón junto a sus madres después de que al menos tres atletas -la jugadora canadiense de baloncesto Kim Smith Gaucher y las estadounidenses Alex Morgan y Aliphine Tuliamuk, futbolista y atleta respectivamente- expresaran su disconformidad con el hecho de que no pudieran tener con ellas en Tokyo a sus hijos.

A Carbonell, las condiciones en las que finalmente se ha permitido esta circunstancia que "debería ser normal y es evidente que no lo es", dice, le han obligado a viajar sin su hijo Kai porque él y su padre, Pablo, tendrían que estar en un hotel fuera de la villa olímpica y no podrían salir de la habitación durante los más de 20 días que ella tiene que estar en Tokyo. Y a todo ello, cuenta Ona, hay que añadir la exposición que supone para la deportista lactante y todo su equipo el hecho de que tenga que abandonar a diario la burbuja olímpica.

Por todo lo descrito, la joven barcelonesa de 31 años explica que ha tenido que tomar "una decisión muy dura" que, lógicamente, le "sabe muy mal", y así lo denuncia públicamente -además de para agradecer al Comité Olímpico Español y al Consejo Superior de Deportes su ayuda- para intentar visibilizar una situación que tiene un impacto directo tanto en la vida personal de las atletas como en su rendimiento deportivo.

Y es que Ona Carbonell no solo ha tenido que tomar la decisión de escoger entre lactancia materna y Juegos Olímpicos, es que lo ha hecho sin poder tener la seguridad de saber si su hijo podrá continuar con la lactancia materna a su vuelta de Japón pese a haber dejado leche materna que se alimente en su ausencia. "Espero que cuando vuelva siga teniendo leche y pueda seguir la lactancia y Kai se enganche de nuevo al pecho que es algo que a mí me importa mucho”, concluye la deportista en un tono de preocupación al final de su vídeo de denuncia.

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