Así es la nueva vida de Russian Red en una iglesia de Los Ángeles

La cantante Russian Red se casó con Zach Leight, compraron una antigua iglesia, la reformaron y ahora organiza bodas y eventos en su original hogar: The Ruby Street.

Planta baja de la iglesia reconvertida en salón de la casa de Russian Red

Lourdes Hernández, junto a su marido Zach y su perrita Chula, en el salón de su casa, en la planta baja de la iglesia.

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Esta historia bien podría ser el guion de una película romántica con final feliz. Chica conoce el éxito con su primer trabajo como cantautora y, en la cresta de la ola, se da cuenta de que sueña con una vida muy distinta; se muda a Los Ángeles, allí conoce a chico, un músico de otra banda, en el mítico teatro 'The Largo' (tocaban con sus respectivos grupos esa noche). Se enamoran, se casan y, cuando están buscando casa para comenzar su nueva vida, deciden comprar una antigua iglesia de 1905 (un edificio original del movimiento artístico arts & crafts) y reformarla. Ahora están inmersos en el "y vivieron felices para siempre".

La cantante de Russian Red posa en la entrada de su casa en Los Ángeles

La entrada de su iglesia, en el 6408 Ruby St., Los Ángeles.

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Pero como la realidad supera siempre a la ficción, la historia de la española Lourdes Hernández (conocida en nuestro país por su nombre artístico, Russian Red, debido a su rojo de labios favorito) y del estadounidense Zach Leigh es aún más bonita si cabe. Porque es la viva prueba de que no todo se mide por el éxito, de que siempre se puede empezar de cero, de que en esa búsqueda de la felicidad todo está permitido: el riesgo, las caídas, el amor, el emprendimiento, el cine, los hijos y de nuevo la música...

Hace cuatro años, Lourdes decidió dejarlo todo (justo cuando petaba los escenarios de festivales como el Primavera Sound, BBK Live o el FIB y colaboraba con Belle and Sebastian en “Fuerteventura” (2011)) y cruzar el Atlántico. Allí sacó su tercer disco, “Agent Cooper” (2013) y, cuando estaba de gira presentándolo, echó raíces y dijo basta: aparcó la música.

Cocina de la casa de Russian Red

Vista de la práctica cocina, con una isla para comer.

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"Paré porque no me sentía conectada con ella. Empecé a pintar, a estudiar moda... siempre he sido inquieta y el amor ha sido mi máxima motivación. Cuando me enamoré de Zack en Los Ángeles, desapareció toda esa cosa como de corazón roto. Y me puse a cantar canciones de otros", dice la intérprete, que la pasada primavera editó un disco de versiones autofinanciado llamado “Karaoke”, en el que recupera algunos hits de 'The Human League' o 'Bonnie Tyler'. "Me apetecía hacerlo en mis propios términos y tiempos, así que decidí aprender cada parte del proceso. Publicar un disco hoy en día es muy accesible gracias a internet. Esto me ha dado perspectiva y mucho más conocimiento; he aprendido mucho", explica la cantautora, que acaba de cumplir sus 10 años en la música (desde aquel “I Love Your Glasses” (2007)).

Una iglesia por casa

Entre un disco y otro, encontró a su media naranja... Lourdes y Zach acabaron emprendiendo un negocio, sin saber muy bien dónde se metían (es lo que tiene América): "Zach, que llevaba mucho tiempo reformando espacios dispares por L.A., encontró la iglesia en venta en Ruby Street, en el barrio de Highland Park, al nordeste de Los Ángeles. Decidimos reformarla con la idea de tener un espacio de eventos, pero lo que no sabíamos es que nos íbamos a especializar en bodas", explica la madrileña. Fue pura intuición, algo inesperado, pero el negocio les va tan bien (dan cabida a todo tipo de actividades, pero cada fin de semana, el espacio está alquilado, con más de un año de antelación, para bodas), que ya están buscando una segunda localización, como antiguos teatros, para ampliar la compañía. "Nosotros no organizamos, solo alquilamos el local y facilitamos que la gente llame a sus propios proveedores", explica Lourdes.

Entrada y el salón del loft de Russian Red

Una vista de la entrada y el salón del luminoso y colorista loft.

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'The Ruby Street' es una especie de hijo, un espacio absolutamente acogedor que, al tiempo, se siente grandioso con las vidrieras y los suelos, originales de principios del siglo XX. "Acabamos de comprarnos una casa en Los Feliz, que estamos reformando, y así aprovecharemos la parte de abajo de la iglesia para oficinas y almacén, así que en breve nos mudaremos. También vamos a construir una cocina profesional como anexo y tenemos en mente abrir una segunda localización", nos detalla Lourdes.

Muchos de sus amigos españoles les visitan ("¡a todo el mundo le encanta venir a Los Ángeles!"), pero ellos también viajan a España con frecuencia: "Voy varias veces al año... todavía no tengo el gusanillo de volver para quedarme, pero nunca se sabe." A esta pareja no solo les une el amor y los negocios, sino también su amor por la música.

Sala de ensayo de la casa de Russian Red

La música sigue presente en su vida: toca a diario.

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Lourdes sigue cantando (comparte un proyecto electrónico “Spector Eyes”, junto con Daniel Anderson... no te pierdas su tema “Glowbug” en Youtube) y Zach tiene un grupo llamado 'Babes' junto a sus hermanos, Sarah y Aaron (que también echan una mano en la organización de bodas y eventos como conciertos, pop-ups con chefs punteros y noches de cine que celebran una vez al mes).

El rincón de trabajo en la casa de Lourdes Hernández

El rincón de trabajo, donde gestionan la empresa The Ruby Street y Lourdes responde cientos de mails.

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Diez años después de su debut, Russian Red afirma que su carrera está en el punto perfecto: "He encontrado el equilibrio entre el tipo de show que me gusta hacer, la frecuencia con la que quiero estar en el escenario y la forma en la que todo es sostenible y el acto artístico permanece puro", afirma la cantante de 32 años, que espera vivir esta treintena repleta de proyectos artísticos y, por supuesto, con hijos. "Me gustaría hacer algo relacionado con la moda. También tengo muchas ganas de volver a trabajar en cine (protagonizó el corto “El beso”, de David Priego (2015). Fue un proyecto precioso que me ayudó a expandirme tanto creativa como espiritualmente."

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