Marta Etura, en 8 adjetivos

Es una de las actrices más completas de la escena española. Su esfuerzo, pasión y coherencia la han llevado a la vicepresidencia de la Academia Española del Cine. Con dos películas en cartelera, "Eva" y "Mientras duermes", la entrevistamos en exclusiva.

Marta Etura
Marta Etura

Trabajadora. «Adoro mi trabajo, me apasiona, y por eso me resulta fácil cumplir. Lo que te gusta siempre cuesta menos cultivarlo.» Ya de niña se disfrazaba con la ropa de su madre y repetía con tesón que ella lo que quería era ser actriz: «Intento conocer el mundo a través de otras historias, en cuanto salgo de casa, juego a ser otra, y poder ganarme la vida así me parece fascinante.»

Perfeccionista. «Es perfeccionista, pero sin la connotación neurótica que a veces acompaña a esa palabra», afirma uno de sus compañeros en ‘Eva’, Alberto Ammann, con quien ya había trabajado.

Generosa. «Si no pudiera compartir con mis amigos todo lo que me pasa, nada valdría la pena», afirmaba Marta en su discurso tras el Goya que ganó por su papel en "Celda 211" (Daniel Monzón, 2009). Y es que su familia y sus amigos, apunta, "se encargan de ponerme los pies en el suelo".

Cabezota. «Cuando quiero algo, lucho por ello a muerte. Y también me considero super abierta, tolerante, amante de lo bueno y de la inteligencia.»

Sincera. «Rodar con Luis Tosar es igual de maravilloso que hacerlo con cualquier buen actor: te hace la mitad del curro. A nivel personal, compartir profesión (Luis es su pareja en la vida real) te facilita todo: entiendes las ausencias, los nervios.»

Comprometida. «Hay que despolitizar la Academia de cine. Representamos a un colectivo con gustos e ideologías distintos, y eso nos enriquece. Esa es una de nuestra prioridades, pero también lo es acercar el cine español a los ciudadanos. Si tenemos tanto prestigio fuera, ¿por qué no dentro?», se preguntaba Marta nada más ser nombrada vicepresidenta.

Natural. Al contrario que otras actrices, Marta no aprovecha las horas muertas de los rodajes o las sesiones de fotos colgada del iPad o de la Blackberry (tampoco tiene Facebook ni Twitter): prefiere conversar con el equipo que la rodea.

Humilde. «Afortunadamente, nunca he encontrado el motivo para que se me fuera la cabeza. Entre otras cosas, porque considero que mi trabajo es como cualquier otro y punto. He tenido la suerte de tener una buena educación, mis valores son sólidos y tengo un ego muy bien colocado.»

Realista. «No creo que exista ‘el papel de tu vida’, no es más que una frase hecha. A mí, como a todos los actores, nos encanta tener buenos personajes para poder crecer como profesionales.»

Inconformista. «No me considero guapa, soy más bien del montón. Pero es que una actriz no debería ser bella: contamos historias del mundo real y en la realidad, no todo el mundo es atractivo...»

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