#LetGirlsLearn, la campaña de Michelle Obama por la educación de las niñas

La primera dama de los Estados Unidos visita España para presentar ‘Let’s Girls Learn’, su campaña por la educación de las niñas. Ya ha conseguido edificar tres escuelas para 25.000 estudiantes en Jordania o garantizar la enseñanza de 750.000 chicas adolescentes en la República Democrática del Congo. 

Michelle Obama y la princesa Lalla Salma

Recién llegada, Michelle Obama ha estado charlando con la princesa Lalla Salma, la esposa del rey Mohamed VI de Marruecos.

El huracán Michelle Obama llega a España, tras su paso por Liberia y Marruecos, acompañada de sus hijas, Malia y Sasha, y su madre, Marian Robinson. Uno de los objetivos de su viaje, porque Michelle no da nunca puntada sin hilo, es dar a conocer una iniciativa que hizo pública hace aproximadamente un año, Let Girls Learn, en la que quiere además involucrar a la Reina Letizia por lo que tendrán un encuentro privado al que es posible que asistan las hijas de ambas. La primera dama de los Estados Unidos además pronunciará el jueves por la mañana una conferencia en el Matadero de Madrid para apoyar la educación de las niñas a la que asistirá Letizia.

El proyecto educativo para niñas y adolescente ‘Let Girls Learn’ que cuenta con el popular hashtag en Twitter #letgirlslearn, nació en abril de 2015 para promover la educación de las niñas y las adolescentes. Según los datos que manejan, en el mundo hay unos 62 millones de niñas sin escolarizar, la mitad de ellas adolescentes. La primera dama de Estados Unidos deja claro en sus discursos la importancia de garantizar el acceso a la educación primaria de las niñas y va un paso más allá, hay que conseguir que acaben sus estudios de secundaria porque cuando una niña consigue tener educación de calidad, tiene más probabilidades de tener un sueldo digno, mejora sus condiciones sanitarias, su salud y su calidad de vida, la de su familia y su comunidad, además es menos probable que contraiga VIH/sida y que la obliguen a casarse siendo menor, algo muy importante ya que según el último informe de Unicef, entre 2016 hasta 2030, hasta 750 millones de niñas serán obligadas a contraer matrimonio siendo aún menores. Las niñas que reciben educación son más conscientes de sus derechos y pueden ejercerlos.

Para conseguirlo, Michelle Obama ha hecho lo que mejor sabe, utilizar su figura pública y la de mujeres famosas para concienciar, por un lado, mientras que por el otro ha logrado el compromiso de su marido, el Presidente Barack Obama y de la Administración estadounidense y de muchos gobiernos ‘amigos’. Así, han puesto en marcha una petición en Change.org con el reto #62MillionGirls que se puede firmar aquí. El objetivo es derribar las barreras que encuentran las niñas para la educación. La misma Michelle daba las gracias a la organización: “Aplaudo a Change.org por haber construido una comunidad de personas comprometidas y por proveer la tecnología que permite a cualquier persona, en cualquier lugar, iniciar movimientos para conseguir cambios sociales. Estoy muy ilusionada con la siguiente fase de la campaña de #62MillionGirls.”

Para hacer popular la campaña, la compositora nominada a los Oscar Diane Warren ha escrito la canción ‘This is for my girls’, que ella misma define como “una mezcla de ‘We are the world’ con 'Lady Marmalade', con voces potentes y mujeres de altura”. En ella colaboran grandes cantantes femeninas como Kelly Clarkson, Missy Elliot, Kelly Rowland, Zendaya o Janelle Monáe. Esta canción puede adquirirse en las plataformas digitales y todos sus beneficios irán destinados a las niñas que aún no están escolarizadas en todo el mundo. “La educación es clave para abrir mentes y puertas”, tuiteaba Kelly Clarkson sobre la iniciativa, mientras que la propia primera dama animaba a participar porque “hay muchas formas de mejorar el mundo, no necesitas ser presidente de los Estados Unidos para contribuir a lograr algo maravilloso”. Además, Michelle Obama señala que más de un tercio de las mujeres jóvenes de los países en desarrollo no tiene trabajo ni estudios. La brecha educativa lastra sus futuros y, también, el crecimiento económico de los países. Según el Banco Mundial, cuando una nación en desarrollo aumenta el número de mujeres con educación secundaria, su PIB crece exponencialmente. En Liberia, por ejemplo, la jóvenes que participan en programas educativos mejoran sus posibilidades de empleo en un 47% mientras que incrementan sus ingresos en un 80%. En Uganda, por su parte, el Girls Club que ha creado la campaña ha conseguido mejorar los ingresos de las adolescentes en un 35% mientras que conseguía educarlas en la prevención de comportamientos sexuales de riesgo.

Aunque en la última década se ha visto un progreso significativo en los países en desarrollo, en algunas zonas, las cifras de educación femenina son tremendas. Según Unicef, la lista de los diez países donde menos niñas asisten a la escuela está copada por países del África subsahariana, con la única excepción de Pakistán, en el séptimo puesto de un ranking que tristemente encabeza Somalia, donde porcentaje de niñas entre 7 y 16 años que no han ido nunca a la escuela es del 95%, mientras que en países como Níger o Liberia la cifra es del 78 y 77%, respectivamente. Sin embargo, en cifras generales ha habido una mejora y en los países en desarrollo en la actualidad más del 80% de las niñas se inscriben en la escuela primaria, el problema está en que menos de 4 de cada 10 se gradúan la secundaria. Las razones son muy variadas, pero tienen que ver con la dificultad del acceso a los propios centros y las condiciones para las niñas en ellos.

Por eso, en la campaña Let Girls Learn aconsejan cinco puntos a tener en cuenta:

1. Poner escuelas donde las niñas pueden llegar a ellas. Un estudio de UNICEF demostró que más del doble de las niñas egipcias asistían a la escuela cuando la escuela estaba a 1 kilómetro de su casa, en vez de a 3 kilómetros.

2. Garantizar la seguridad de las estudiantes. Relacionado con el punto anterior, las niñas que tienen que hacer largas distancias para llegar a la escuela son vulnerables al acoso o incluso a sufrir ataques. Una escuela (y el trayecto hasta ella) segura mejora los resultados educativos.

3. Educar al profesorado en la igualdad. A veces son los propios maestros y los libros de texto los que refuerzan la idea de que las niñas son menos inteligentes, o sólo muestran imágenes de niñas y mujeres trabajando en el hogar y como cuidadoras. Si los profesores están capacitados para contrarrestar los estereotipos, ayudarán a las niñas a ser mejores. Además, las escuelas que cuentan con un alto número de educadoras consiguen disminuir la discriminación contra las niñas proporcionándoles además modelos en igualdad tanto a ellos como a los niños.

4. Ojo con los deberes y con las tareas del hogar. Educar a los niños y niñas y a sus familias en igualdad, con talleres en la misma escuela, ayuda a la educación de las pequeñas ya que en los países en desarrollo son las mujeres y niñas las que realizan la mayor parte del trabajo doméstico. Por eso muchas niñas están agotadas o se ven obligadas a dejar la escuela.

5. Tener en cuenta la menstruación. En muchos países en desarrollo, especialmente en las zonas rurales, las niñas dejan de ir a la escuela durante sus períodos, ya que no tienen acceso a las toallas sanitarias o agua corriente. En Uganda, el altavoz del parlamento femenina ha conducido una campaña para que las toallas sanitarias sean más accesibles y ayudar así a que las niñas no falten al colegio.

En cuanto a los avances que 'Let Girls Learn' ha conseguido desde su anuncio el 18 de marzo de 2015, aunque Michelle Obama es la primera en decir que queda mucho por hacer, los ha habido, como también una fuerte inyección de medios. Tras crear un fondo para la educación de las niñas y un Cuerpo de paz de voluntarios encargados a ayudar, en junio del año pasado la primera dama viajó a Japón, un país que se sumó a la campaña aportando 340 millones de dólares para la capacitación y los programas educativos de género, además de contribuir con voluntarios. En julio, Obama anunció que 200 millones de dólares serían destinados s la educación de 750.000 adolescentes en la República Democrática del Congo para beneficiar a más de 750.000 niñas adolescentes. Durante todo el año, las aportaciones económicas a proyectos específicos en países como Tanzania, Malawi o Pakistán se han sucedido. Además, Michelle Obama ha hablado en diversos foros internacionales de negocios para sumar apoyos. y gracias a sus esfuerzos diplomáticos, en abril de este año el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim anunció que en los próximos cinco años invertirán 2.500 millones de dólares en proyectos de educación que beneficiarán directamente a las adolescentes. Además, países como la India, Ruanda y Ghana también se han comprometido a invertir más en la educación de las adolescentes. Por último, una de las iniciativas más aplaudidas de este proyecto ha sido la construcción de 25 nuevas escuelas públicas en Jordania, en las que el 70% de los 25.000 estudiantes serán niñas, algo muy relevante si tenemos en cuenta que son precisamente los niños, y sobre todos las niñas, refugiados quienes están padeciendo una verdadera crisis educativa. Según UNICEF, en los cinco años de guerra en Siria, casi 3 millones de niños y niñas han dejado de ir a la escuela. Como dice la primera dama, queda mucho hacer, pero como tampoco se cansa de repetir, todos podemos contribuir a ayudar en esta cruzada por le educación de todas las niñas y conseguir algo de verdad maravilloso.

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