Entrevista con Amy Winehouse

La moda la imita y su talento y su voz son reconocidos por encima de sus excesos. Siempre está un paso más allá de todo: su vida es una constante ‘rehab’.

Entrevista con Amy Winehouse
Entrevista con Amy Winehouse

Los cinco grammys que ha ganado no la han convertido en una diva. Simpática y accesible, la cantante nos recibió en Londres con un simple salto de cama azul eléctrico, tacones de aguja y labios rojos. Un atuendo nada sencillo y ligeramente incómodo para un día de lluvia como este. Pero a Amy le gusta lo difícil.

Tu single ‘Rehab’ ha sido todo un éxito. ¿Lo has digerido?

La verdad es que estoy muy contenta. Es una canción que significa mucho para mí y por eso me siento muy feliz con la acogida que ha tenido.

Curiosamente, gracias a esta canción hay mucha gente que ha decidido acudir a un centro de rehabilitación…

Sí, pero la rehabilitación no está hecha para todo el mundo. Tengo amigos que han decidido ingresar en centros y que les ha funcionado. Pero otros han recaído. Yo pienso que si tú misma no te puedes ayudar, nadie lo hará por ti. Hay que ser fuerte.

Porque tú también te has dejado llevar por los excesos…

Creo que sí: en más de una ocasión he bebido más de la cuenta y no me sienta bien, eso es todo. Pero hay que poner las cosas en su sitio: si voy al gimnasio y entreno bastante y luego salgo de copas con mis amigos, pues paso un buen rato. Cojo un poco de chispa y nos reímos. El problema es cuando algo me inquieta a nivel emocional. Entonces la bebida me sienta mal. Recuerdo que una vez fui a un restaurante con un ex, Alex, y me dijo: «¿Recuerdas qué pasó la ultima vez que estuvimos aquí?» Yo no sabía a lo que se refería y me contó que el camarero, al final de la cena, me había tenido que llevar en volandas mientras yo gritaba y pataleaba. Me quedé de piedra y se me caía la cara de vergüenza solo de imaginarlo. Intenté recompensarle pidiéndole perdón y dejando en el local una buena propina.

Entonces, sí que es un problema para ti…

El alcohol, a largo plazo, es peor que estar enganchada a la heroína. Es un veneno. De momento, puedo pasar de él, incluso estando en un pub. Basta con que me diga: ‘Esta noche no beberé’.

A la gente le gusta hablar de tus noches locas. ¿Te molesta?

La gente que lo hace debe de tener una vida muy aburrida para convertirme en su principal tema de conversación, ¿no crees? Lo mejor es hacer oídos sordos a todos los comentarios negativos que hace la gente que ni siquiera me conoce.

De todos modos, lo importante es que esos comentarios no han afectado en absoluto a tu éxito…

No, la verdad. Trabajo mucho. Cuando una noche me paso con la bebida, al día siguiente voy a currar igual. Otros días, estoy más agotada y le suelto a mi asistente: «Si quieres que tengamos un buen día las dos, consigue un par de botellas de Jack Daniel’s.» Y mi manager, Ray, se enfada conmigo.

Bueno, tiene su lógica…

Él sabe que soy una persona poco convencional. Es cierto que en el pasado he vivido fases en las que el alcohol ha sido mi único acompañante, pero eso pasó hace mucho tiempo. Y además, estuvo desencadenado por una ruptura amorosa. ¡Seguro que no he sido la única en caer tan bajo!

Se ha hablado también de tu peso. Estás muy delgada…

No me molesta lo que se diga o comente de mí. He perdido peso desde que dejé de fumar porros, y además ahora voy al gimnasio, bebo mucha agua y sigo una dieta equilibrada. Desde luego, no soy un ejemplo para las mujeres con curvas: eso de tener las tetas y el culo grandes no va conmigo. De todas formas, las fotos son engañosas, según el plano estás horrible. Por ejemplo, siempre he tenido las piernas como las de un pajarito, pero en las fotos se nota aún más.

¿Te sientes sexy?

Como toda mujer, depende de en qué momento me encuentre emocionalmente. Y en ese aspecto, soy como una montaña rusa: siempre con altibajos. Soy muy femenina, aunque no lo parezca. Me encanta el perfume, la ropa, los zapatos sexies... y los colores fuertes me dan energía. De hecho, mi música es muy sexy, ¿no crees?

Sí, además me he fijado en tus tatuajes y son muy femeninos, ¿cuántos tienes? ¡Muchos! Ya he dejado de contar… La mayoría llevan ahí casi toda mi vida: me recuerdan momentos que han sido especiales para mí.

¿Eres consciente de que se te considera un icono de moda?

No, la verdad es que no. No me fijo en las tendencias: sigo mi propia moda y no creo que tenga un estilo muy definido. Depende de cómo me siento un día, así me visto. Soy muy variable.

Entonces, te costará darnos una definición de ti misma…

Pues, sí. Soy una chica divertida, sensible y que valora mucho la amistad. Mis amigos se lo pasan bien conmigo, siempre nos divertimos juntos.

Por curiosidad, ¿qué música sueles escuchar en tu iPod?

No me gusta nada en particular, no estoy al día de la música que les gusta a los jóvenes. Aunque intento adentrarme en los ritmos actuales, al final siempre vuelvo a lo que he escuchado desde pequeña: Ray Charles, The Zutons, Oasis...

Dicen que eres la nueva Aretha Franklin…

Me siento halagada, porque soy fan suya desde niña, es una comparación muy grande.

Tras ganar cinco grammys, ¿cómo ves el futuro?

Estoy satisfecha de cómo estoy encaminando mi carrera. Lo único que quiero es cantar, escribir canciones y hacer que el público sienta mi música en directo. A nivel personal, aún tengo cosas pendientes, claro, como todos, pero estoy trabajando para superarlas día a día.

Moño altísimo

Su peinado retro, con su exagerado crepado y melena salvaje, es uno de sus rasgos más característicos. ¿Sabes que lleva dos metros de extensiones?

’Eyeliner’ extra

Todo en ella es excesivo. En cuestión de maquillaje, ha puesto de moda el eyeliner extra en grosor y longitud (casi roza la ceja) ¿Lo más sexy? Su piercing.

’I love tatoos’

Los tatuajes potencian su imagen sexy y agresiva. Tiene diversas pin ups en los brazos, una de ellas con el pecho al aire. Para actuar en los Grammy (vía satélite) los tapó con rotulador.

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