La despedida de ‘Velvet’ se hizo en directo y arrasó en audiencia

Ana y Alberto se dieron, por fin, el 'sí, quiero'.

Velvet, una de las series con más espectadores del momento

Velvet no entra en ninguna lista, pero es una de las series con más audiencia del momento.

/ Cortesía de la serie

'Hagamos que nuestros sueños se hagan realidad'. Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre, o lo que es lo mismo, Ana Rivera y Alberto Márquez, sellaban así su amor, en el altar, anoche, en el último episodio de Velvet. Una relación sentimental que ha mantenido en vilo a la audiencia durante cuatro años. La serie española se despidió anoche con un récord histórico: el 26,2% de la audiencia (una media de 3.586.000 espectadores) siguió el esperado capítulo final en el que ¡por fin! la pareja se casaba.

Anoche, en el hotel Intercontinental de Madrid, se adelantaba la Navidad para Antena 3. La cadena organizó una pequeña fiesta, con actores, invitados y prensa, para despedir a su serie insignia de los últimos años. Allí pudimos vivir de primera mano el esperado desenlace junto a los actores que no participaban en la parte que se emitía en directo de este episodio, como Aitana Sánchez Gijón (doña Ana), Amaia Salamanca (Bárbara), Manuela Velasco (Cristina Otegui), Gorka Otxoa (Valentín Alcocer), Maxi Iglesias (Max) y Miriam Giovanelli (Patricia Márquez). Esta última reconocía estar muy nerviosa, aunque 'la procesión va por dentro'. Un despliegue mediático para arropar ese final que 'no estaba escrito'.

El episodio comenzaba con el pequeño Alberto despertando junto a su padre. Es entonces cuando éste le pedía la mano a su madre, Ana. Un momento muy aplaudido, excepto por los actores del autodenominado 'eje del mal' que, entre risas, abuchearon a la pareja. La actriz Manuela Velasco, pendiente de sus fans en las redes sociales (con el hastag #Velvetfinal), no dudó, para sorpresa de todos, en levantarse y quemar un papel, gritando como si fuera Cristina Otegui: '¡Que estoy muy loca!'. Todas estas “'interrupciones' durante el episodio crearon un ambiente festivo y único en este broche final.

Alberto entraba en las galerías con sus gafas de sol, como nuevo dueño de la empresa. Vítores y aplausos de los presentes anoche, hasta que vemos un flashback que nos lleva a los inicios, con Alberto y su padre, y los comentarios nostálgicos comienzan a surgir. Otra gran despedida, la de Emilio, interpretado por el gran José Sacristán, que mantiene durante todo el episodio una relación ambigua con doña Ana (Aitana Sánchez Gijón), preocupaba por mantenerlo en su vida en su próxima mudanza a una nueva vivienda, ya que Emilio, a pesar de la insistencia de su sobrina Ana, no quiere viajar a Nueva York con ellos. Significativos aullidos se pudieron escuchar entre los actores cuando doña Ana se muestra afectuosa con Emilio.

Uno de los momentos más esperados de la noche, llegó entonces. El enfrentamiento entre Alberto y su némesis, Carlos, provocó que el actor que interpreta a Carlos, Peter Vives, se levantase e hiciese como que boxeaba contra su contrincante. Carlos había estado robando las cartas que Alberto mandaba a Ana desde Nueva York, algo que provocó, entre otras cosas, que Alberto no pudiera conocer a su hijo. Un momento después, Alberto, magullado, se quedaba en camiseta para alegría de los presentes, antes de ponerse su traje para la boda.

Cuando, por fin, parecía que habíamos llegado a la gran boda televisiva del año en España, Rita sufre un colapso. Todos tememos por su vida, de hecho se barajó la muerte del personaje de Cecilia Freire, pero, finalmente, todo queda en un susto [Otro punto álgido del episodio fue ver a Cristina (Manuela Velasco) con la cara desfigurada y un parche en el ojo al estilo del mítico villano Falconetti de Hombre rico y hombre pobre]

Algo que se agradece, no sólo porque así no se empañaba el final idílico y de cuento de hadas esperado por los fans de Velvet si no también porque así pudimos ver a Pedro, el marido de Rita y mozo de los recados interpretado por Adrián Lastra, hecho un manojo de nervios en la divertida parte en directo del episodio. 'Gracias por creeros esta puta fantasía, gracias por estar con nosotros', diría el actor después.

En esta parte, los actores que nos acompañan se marchan para estar junto a sus compañeros. Mientras, como ya hemos visto en otras series como 7 vidas, o en EE UU, Urgencias, Will & Grace, El ala oeste de la Casa Blanca y Rockefeller Plaza, Velvet pasa del diferido al directo en una secuencia en la que Pedro, Rita, Clara (Marta Hazas), Mateo Ruiz (Javier Rey), y, sobre todo, Raúl de la Riva (Asier Etxeandía), protagonizan una secuencia llena de gags hilarantes, fruto de los nervios propios de los preparativos para la boda en la ficción y de los nervios de los actores ante el directo del episodio.

Alberto llama a su amada, como un Romeo con el cuello almidonado. Desde el balcón, su Julieta le sonríe como nunca antes lo había hecho. Alberto, al estilo 'soy el rey del mundo' de Titanic, grita que la ama, henchido de felicidad. Ella baja entonces, vestida de novia, una escalera, muy lentamente, para regocijo de los seguidores de Paula Echevarría. Cuando la pareja sube al coche que los lleva camino al altar se acaba el directo.

Volvemos a la boda. La pareja ha estado 15 años esperando para casarse. Los presentes rompemos en aplausos cuando se casan. ¿Quién no se alegra por la felicidad de una pareja? Tras reaparecer Aitor Luna en el papel de Humberto Santamaría, e irse junto a Raúl de la Riva (en Velvet todo lo que necesitas es amor, ya sabéis), se da por concluido el episodio, con Ana y Alberto, juntos, cariñosos, en una azotea con vistas a la capital.

Con los títulos de crédito finales, y empuñando una copa de cava, todo el elenco de actores de Velvet, mirando a cámara, se despedía por última vez de sus seguidores, con unas últimas y emotivas palabras, las de José Sacristan: '¡En directo, los Velvet os desean felices pascuas!'. Entonces sonó la canción de la serie y los actores se pusieron a bailar y a brindar. '¡Qué manera de llorar!', se oyó decir a Paula Echevarría. Y todos los actores se colocaron en una foto en una de las escaleras del hotel, como recuerdo de su despedida de una serie ya icónica, Velvet. 

 

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