La confesión más dura de Jada Pinkett Smith: la actriz cuenta cómo fue su adicción a las drogas

No es la primera vez que la también presentadora habla de temas personales tan controvertidos

Jada Pinkett Smith, durante una premiere en 2019
Jada Pinkett Smith, durante una premiere en 2019 / Amy Sussman

En una era en la que parece que todo es mentira y cualquiera es capaz de inventarse una vida que no es suya sorprende que personajes de sobra conocidos se sinceren con facilidad. Puede que ese sea uno de los propósitos de Red Table Talk. En el programa que conduce Jada Pinkett junto a su hija Willow Smith y su madre, Adrienne Banfield-Norris ocurre eso con mucha frecuencia… y se agradece.

El motivo es muy sencillo: las tres presentadoras exponen temas y problemáticas diversas sobre la mesa que le da el nombre y lo hacen con detalle y respeto. Gracias a ese propósito, en este espacio han desfilado conversaciones de diversa índole, desde la infidelidad a los problemas de las mujeres en el momento en que comienzan su etapa de la menopausia.

No hay tabúes ni guion: lo importante es que ellas se sienta cómodas para abrirse en canal y contar sus vivencias personales, que a veces rozan lo increíble. Es el caso de la última emisión del talk show a través de Facebook, donde han escogido como tema central la adicción al alcohol. Según las últimas estadísticas, las mujeres se sitúan a la par que los hombres respecto al consumo de bebidas alcohólicas y la entrevista se ha guiado en torno a ese terrible dato.

Por eso, la también actriz de El profesor chiflado ha decidido contar su historia, recordando cómo cuando todavía estaba en el instituto bebía diferentes licores y vodka. Su obsesión era de tal magnitud que, cuando se inclinó por el vino tinto creía que era una sabia decisión. “Cuando pasé al vino, pensé: ‘Esto es mejor, porque dicen que el vino tinto es bueno'”, ha relatado. El problema vino cuando se percató de que lo ingería en grandes cantidades y se acostumbró a hacerlo: “Para mí, beberlo era como beber vasos de agua”.

Jada Pinkett Smith, en la premiere de 'Kingdom Come', en 2001
Jada Pinkett Smith, en la premiere de 'Kingdom Come', en 2001 / Chris Weeks

Ante la sorprendida Willow, que no da crédito a lo que cuenta su madre, Jada ha continuado explicando que para ella el alcohol era un estilo de vida. “Éxtasis, alcohol y marihuana. Era mi cóctel habitual y tenía la sensación de que con eso podía ser más rápida”, ha asegurado. Como es lógico, llegó el momento en que el cuerpo de la actriz no pudo con esa mezcla de sustancias y dijo “basta”.

Fue durante el rodaje de la famosa película de Eddie Murphy, cuando se dio un susto que casi acaba con su vida. “Fui colocada a trabajar y tomé éxtasis en malas condiciones. Me desmayé y le dije a todos que se trataba de una medicación caducada. Finalmente, saqué fuerzas, me planté en el set de rodaje y me dije a mí misma que ése era el final”, ha confesado.

Con este programa, las protagonistas han puesto en evidencia la necesidad de romper estereotipos de género, en los que son los hombres quienes desarrollan más habitualmente estas adicciones y las mujeres quienes lo omiten. Sin embargo, no es la primera vez que se expone un tema tan controvertido de esta forma.

En programas anteriores, la esposa de Will Smith llegó a reconocer que de pequeña se aficionó de forma obsesiva con la pornografía y la masturbación. Todo delante de su hija y de su madre. Hay que ser muy valiente para hablar de algo así con esa compañía… ¡y ante miles de espectadores! Bravo por Jada.

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