Britney Spears, al fin libre tras una tutela que ha durado 13 años

La artista tendrá el control de su patrimonio, hasta ahora en manos de Jamie Spears, valorado en 60 millones de dólares

Birtney Spears, en los premios Billboard 2015

Birtney Spears, en los premios Billboard 2015

Parecía que el día no iba a llegar. La confianza en la justicia por parte de los seguidores de Britney Spears se iba mermando conforme su padre luchaba por mantener la tutela que durante los 13 últimos años le ha otorgado todo el poder de la cantante. Pero, al fin, llegó y no podemos sino celebrar que la cantante de Toxic haya logrado alcanzar su deseada libertad.

La juez Brenda Penny, desde Los Ángeles, ha suspendido a Jamie Spears como supervisor del patrimonio de su hija, valorado en unos 60 millones de dólares, y ha nombrado este miércoles a un contable. Este será el tutor legal transitorio de las finanzas de la artista hasta finales de este año. No obstante, será el próximo 12 de noviembre cuando tenga lugar la próxima audiencia.

Además de largo, este proceso ha sido intenso y agonizante. Desde que fuera internada por tercera vez en un centro psiquiátrico en 2019, saltaron todas las alarmas con respecto a la situación de la artista. A pesar de que la versión oficial indicaba que había entrado debido a una crisis nerviosa, fue ella misma quien reconoció tiempo después que su padre le había obligado.

Entonces, sus seguidores fundaron el movimiento #FreeBritney, en el que exigían la independencia total de la cantante de ‘Oops!... I Did It Again’. Desde 2008, el mismo año en que salieron a la luz las famosas imágenes de Britney completamente rapada y agrediendo a unos paparazzi con un paraguas verde, su progenitor tenía el control total de su vida profesional y personal.

Aunque Jamie Spears tenía en su mano la vida de Britney y todo lo que eso conlleva en términos económicos (conciertos, giras y demás gastos derivados de su actividad profesional), produce aún más escalofríos conocer cómo ha ejercido su poder en la vida íntima de su hija. Según ‘The New York Times’, este tutor contrató una empresa de seguridad con el dinero de Britney para controlar toda su vida, incluidas las conversaciones privadas que mantenía con sus hijos y su pareja.

Las nuevas informaciones acerca de la pesadilla que ha vivido la princesa del pop son tan frecuentes como abrumadoras. Ella misma aseguró que durante meses fue obligada a consumir sustancias para incapacitarla y dejarla en estado de shock, además de que le prohibieron quitarse el DIU a pesar de que su deseo era ser madre de nuevo.

A raíz de contratar a su propio abogado, Mathew Rosengart, Britney comenzó a ver la luz a final del túnel. Según declaró en una de las audiencias, “mi padre y todos los involucrados en esta custodia, incluida mi manager, que tuvo un papel importante en mi castigo, deberían estar en prisión”. A la espera de exigir responsabilidades a todos ellos, Britney ya puede decir que es una mujer libre y con ya vive con nueva ilusión: acaba de comprometerse con Sam Asghari.

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