Alice Campello: "Combinar el trabajo con la maternidad es muy difícil, pero me gusta todo lo que hago"

Embajadora de la marca de joyería UNOde50 y con mil proyectos que en breve verán la luz, la modelo italiana sabe cómo encontrar el equilibrio entre familia y trabajo.

Alice Campello en la presentación de la nueva colección de UNOde50
Alice Campello en la presentación de la nueva colección de UNOde50 / Sergio R Moreno

Como en el metro en plena hora punta. Así estábamos en la tienda de UNOde50 de la calle Serrano expectantes ante la aparición de Alice Campello. En primera línea, fotógrafos que no querían perder la oportunidad de conseguir la mejor imagen de la modelo (que después de miles de flashes lo consiguieron), y un poco más alejados, periodistas en un segundo plano que casi tienen que salir del local para estar al completo. Así fue el "llenazo" absoluto en la presentación de la colección 'ShineOn' de la marca de joyería española para la que ahora es embajadora, pero mucho más tranquilo, íntimo y agradable fue nuestro encuentro con ella.

Con casi dos millones de seguidores en Instagram y miles de proyectos entre manos en el ámbito profesional, su vida privada no puede ser más completa con Álvaro Morata y los pequeños Alessandro y Leonardo, sus gemelos de nueve meses de los que "cada vez está mucho más enamorada". El próximo 5 de mayo será su primer día de la madre, el más especial de todos, y aunque no tiene nada planeado, sí que espera una sorpresa por parte de su marido de la que ya le ha dado pistas. Después de haber vivido en tres ciudades de tres países muy distintos y en muy poco tiempo, Alice está encantada con su nueva vida en la capital en la que combina su reciente maternidad con su familia y su trabajo como modelo e 'influencer'.

Alice Campello en la presentación de UNOde50

Alice Campello, de Elisabetta Franchi y con joyas de UNOde50, en la presentación de la nueva colección de la marca. 

/ Sergio R Moreno

Con tanto trabajo y después de ser madre, ¿de dónde sacas tiempo para poder estar con toda tu familia?

La verdad es que es muy difícil. Nos vemos muy poco porque mi padre trabaja mucho y yo estoy ahora en Madrid, pero cada vez que puedo, intento sacar todo el tiempo posible para estar con mis padres y mi hermano. Tengo una relación muy estrecha con mi familia y un vínculo muy bonito con mi madre. Es por esta razón, y por mis pequeños, por lo que la propuesta de UNOde50 me ha hecho tanta ilusión y con la que estoy tan agradecida. Estoy muy feliz porque me gusta lo que hago y lo llevo bastante bien con la maternidad aunque a veces es muy duro.

El trabajo no te falta...

Así es. La verdad es que me gusta mucho trabajar. Intento hacer cosas que al final no me quiten mucho tiempo de estar con los niños, pero siempre consigo unas horas para mis cosas, sobre todo cuando ellos duermen o cuando están con Álvaro, que como padre, para mí es el mejor. Me encanta dibujar y pensar en mis propios proyectos, pero también empleo esos minutos de descanso para mí y para descansar, para hacer las fotos de trabajo, para pensar y reflexionar. Es muy importante tener un ratito para uno mismo y desconectar del mundo.

Tu mayor proyecto hasta el momento ha sido tu marca de bolsos Masqmai

Sí, y no puedo estar más contenta. Crear una colección de bolsos era una idea que ya tenía antes de conocer a mi marido y que con el tiempo la había ido abandonando porque en esos momentos estaba en la universidad y estaba muy concentrada en los estudios. Pero finalmente Álvaro me animó y me dijo que la sacase adelante, que los bolsos eran muy bonitos y que a la gente les encantarían. El nombre de la marca no puede ser más nuestro y está yendo todo genial, además, cada mes intentamos sacar alguna novedad. Lo que más me gusta es cuando la gente me para por la calle para decirme lo buenos que son los productos. Eso significa que los compran no solo porque me siguen, sino que también porque les gustan lo que hago y eso es muy buena señal.

Después de Masqmai han llegado tus colaboraciones con Douglas y UNOde50, ¿qué será lo próximo?

Tengo muchísimos proyectos entre manos de los que no puedo desvelar casi nada. Solo un poquito de uno que está a punto de llegar de la mano de Armani Beauty. Es uno de los que más me emociona y además me encanta el maquillaje de la marca. Ya lo veréis, pero de momento solo puedo deciros que me encantan todas las joyas de UNOde50, sobre todo los pendientes, me ha dado muy fuerte con los aros, y me parecen increíbles cada una de las piezas.

¿Qué es lo que te inspira o te impulsa a crear y elegir cada uno de tus proyectos?

He vivido en Italia, España e Inglaterra y eso ha sido una auténtica suerte porque, al final, un sitio te puede gustar más o menos, pero te da algo y a mí cada uno de ellos me ha dado mucho y he crecido un poquito más en todos. Ha sido más en Londres donde he conocido culturas diferentes y gente muy distinta, algo que me encantaba, y en cada tienda, en cada sitio podía pensar algo diferente para mi marca que no se basaba solo en Italia. Londres me ha dado esa esencia para que la gente que compra mis productos no sea solo italiana. Y si tengo que elegir en vez de crear los proyectos, siempre tengo que conocer la marca y saber si realmente yo la compraría.

En cuanto a Instagram, la utilizas tanto como herramienta de trabajo como escenario de tu vida privada, ¿alguna vez te has autocensurado por el ‘qué dirán’?

Instagram es un mundo. Y a cada sitio al que voy siempre me he encontrado con una persona que me ha dicho '¡Madre mía, has subido esto o lo otro!'. No soy consciente de que dos millones de seguidores es muchísima gente. A veces no me doy cuenta, pero es increíble, y lo es aún más cuando la gente me para por la calle. En lo relacionado con el trabajo, es el mejor escaparate porque la gente compra y agota cada cosa que enseño, a través de mi Instagram se vende muchísimo y eso quiere decir que la gente confía en mí. Estoy muy feliz de todo lo que pasa a mi alrededor. En cuanto a limitarme a lo que subo o no, me limito muy poco. No tengo nada que esconder, no hago nada malo y simplemente soy yo. Al final uno puede gustar o puede no gustar, pero no creo que haga algo tan grave como para avergonzarme de subirlo. Quizá sí que me lo pienso dos veces antes si es algo muy mío y al final no lo subo porque no me gusta que la gente opine demasiado. Me corto muy poco pero las críticas y comentarios negativos no me afectan porque soy yo la única que sabe qué es lo hay realmente detrás de cada publicación.

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