Alaska: “sin la moda somos como un huevo sin cascara”

Alaska se ha convertido en una de las embajadoras de la Mahou Sin.

Alaska y Mahou Sin
Alaska y Mahou Sin

Hay un miedo que recorre el cuerpo cada vez que te enfrentas a una entrevista. Y de repente te topas con ella y lo primero que te dice es un “dile a la cotorra que se calle”. La cotorra es su marido, Mario, y ella Alaska. Y en ese momento te das cuenta de la naturalidad con la que todo va a transcurrir. Porque ella es así, sin mascaras, sin nada que ocultar y con mucho que decir.

Nos trasladamos hasta el centro de Madrid para dejarnos caer por El Fabuloso y hablar con Alaska sobre la Mahou Sin, Madrid, la moda y lo que le queda por hacer a alguien que vive la vida con tanta intensidad.

Nombrada embajadora de Mahou Sin, ¿en qué plan incluirías una cerveza?

Una Mahou Sin es apta para cualquier plan. Una tarde con amigos, por la noche…para mí es un orgullo ser una de las embajadoras de esta cerveza, Mahou siempre ha estado ahí en los momentos más especiales. Se ha convertido en un fiel compañero de los momentos de reunión y celebración. Sobretodo aquí en Madrid, que nos gusta eso de aprovechar cualquier ocasión para salir a tomarnos una cerveza. La cerveza nos define, es algo que llevamos haciendo durante años, puede que los jóvenes no lo sepáis pero “la caña” siempre ha existido.

¿Qué diferencia esta de otras cervezas?

Tiene seña de identidad es como: ¡Ponme una Mahou! Es una cerveza hecha para todos, como Madrid, cualquier persona tiene cabida en esta ciudad, te lo digo yo que he viajado por todo el mundo, no hay nada como esta ciudad y una Mahou Sin.

¿En qué bares de la capital podríamos encontrar a Alaska disfrutando de una Mahou Sin?

Uno de mis sitios preferidos es este, El Fabuloso, la estética me encanta, la mezcla de cosas antiguas con otras más modernas, el ambiente que se junta aquí. Y luego te sorprenderá, pero me gusta mucho ir a los bares de toda la vida, no suelo frecuentar los locales de moda pues en los bares más castizos de Madrid es donde más disfruto de una cerveza. Son lugares en los que nadie te mira raro porque todo tiene cabida. También me gusta disfrutar de una Mahou en casa, tranquila o en casa de los amigos. Ya pudisteis comprobar que en mi casa, Mario solo bebe cerveza.

¿Qué look elegirías para una tarde de tapas y cañas?

Creo que debería decir que tacones porque soy bajita. Pero para ir de cañas lo mejor es escoger un look cómodo. Lo importante es sentirte bien con lo que llevas.

Tú estilo siempre ha sido transgresor y muy personal, ¿utilizas la moda como una forma de expresión?

Por supuesto, la moda es muy importante y expresa tu forma de ser, con ella transmito lo que quiero que los demás vean de mí. Incluso esas personas que dicen que pasan de la moda y que no se preocupan por ella están trasmitiendo cómo son con su forma de vestir. Sin la ropa somos como un huevo, a partir de ahí elegimos que ponernos, y esas decisiones vienen marcadas por cómo somos y lo que sentimos en ese momento.

¿Y unos trucos de belleza que no confesarías a nadie?

En la belleza no hay trucos y yo soy un desastre para eso. Supongo que deberíamos hacer lo típico que siempre se dice, ser constantes a la hora de utilizar las cremas, limpiar el rostro a diario, y sobretodo dormir bien. Aunque eso resulta imposible cuando llevas una vida como la mía en la que no tienes horarios fijos.

Lo importante es aprender a sentirse bien con uno mismo.

Música, tele, radio, prensa… ¿Qué te queda por hacer?

Uy pues creo que del mundo del espectáculo nada. Tengo suerte porque vivo de lo que me gusta, hay una serie de cosas que siempre quise hacer como la música, y otras que sin embargo llegaron por casualidad y terminaron encantándome. Pero hay miles de cosas que me hubieran gustado hacer y ahora considero que es tarde. La historia me apasiona y llegar a ser profesora de esta materia, ¿porqué no? Igual que estudiar Biblioteconomía, creo que se me hubiera dado muy bien, pero elegí otro camino.

¡No paras! Cuéntanos tu secreto para conseguir estar tan activa

Supongo que al final te acostumbras a no parar, a llevar un ritmo de vida muy activo. Hay días que son agotadores y otros en los que no me apetece nada. Pero siempre tienes que estar al pie del cañón porque es mi trabajo.

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