Money, money, por Isabel Coixet

Money, money, por Isabel Coixet
Money, money, por Isabel Coixet

Hay padres estupendos y familias estupendas que generan asesinos en serie, como también hay familias disfuncionales y desestructuradas cuyos retoños resultan ser de lo más formal y recto.

También está esa amplia y difusa zona gris donde se encuentran conductas que quizá no merezcan persecución legal, pero casi. Me refiero a esas hordas de padres que empujan a sus hijos a concursos de televisión, cursos de arte dramático, aikido, castings de todo tipo y en lo que es, al menos para mí, el colmo de los colmos: el caso de una madre estadounidense que ha ofertado a su hijo Jake, de quince meses, en eBay, la web de subastas en internet, para que las empresas lo utilicen de ¡soporte publicitario! Por un precio que oscila entre 10.000 y 100.000 dólares, el bebé puede llevar la indumentaria de la marca publicitaria que esté dispuesta a pagar sus tarifas. La madre comenta que es un niño de aspecto adorable que suscita comentarios y miradas cada vez que sale a la calle. La madre comenta también, en la web de eBay de Baby Jake, que todo el dinero será ingresado en una cuenta para asegurar el futuro del niño y su carrera universitaria.

Lo que yo me pregunto es: ¿Qué clase de futuro va a tener un niño que desde la más tierna edad ha sido utilizado como bebé-anuncio? Aun cuando el dinero sea, efectivamente, ingresado en una cuenta a nombre del niño –cosa que me atrevo a poner seriamente en duda–, ¿es el dinero lo más importante a la hora de criar a un hijo? ¿No sería mejor que este niño se espabilase por sí mismo cuando le llegue el momento, contando con la ayuda razonable de sus padres? Si esta madre encuentra normal utilizar las camisetas y los pañales de su hijo para que una marca de juguetes, de papillas o de leche ponga su nombre, ¿dónde se va a detener? ¿En tatuarle en los bracitos el logo de McDonalds? ¿Ofrecerlo como bebé de compañía por horas para ejecutivas o ejecutivos sin hijos que quieran experimentar un rato la maternidad? ¿Prestárselo un ratito por medio de una webcam a Michael Jackson ahora que está en Kuwait? Esta triste subasta del pobre Baby Jake, que ni siquiera puede hablar todavía para decir qué piensa de todo esto, es solo el principio de los extraños tiempos que se avecinan.

¿Se imaginan cuáles pueden ser sus primeras palabras? En vez de «mamá» y «papá» va a decir «compra» y «oferta». Y, por supuesto, «money, money».

Síguele la pista

  • Lo último