El desgarrador testimonio de Robert de Niro al hablar de cómo perdió a su nieto de 20 años

La noticia de la muerte de Leandro de Niro Rodríguez, nieto de Robert de Niro, de solo 19 años sobrecogía la actualidad el pasado mes de julio. Fue su madre, Drena de Niro, hija del actor, quien dio la noticia del fallecimiento de su hijo a través de las redes sociales con unas palabras que emocionaban y dejaban intuir el terrible dolor que atravesaba en esos momentos: "Mi hermoso y dulce ángel, te he amado más allá de las palabras desde el momento en que te sentí en mi vientre. Has sido mi alegría, mi corazón y todo lo que fue siempre puro y real en mi vida. Desearía estar contigo ahora mismo", comenzaba.

"No sé cómo vivir sin ti, pero intentaré seguir adelante y difundir el amor y la luz que me hiciste sentir al convertirme en tu madre. Fuiste tan profundamente amado y apreciado. Ojalá ese amor por sí solo te hubiera salvado 😞. Lo siento mucho, mi bebé. Descansa en Paz y paraíso eterno, mi niño querido", concluía su texto, que también contenía condolencias para el padre del joven, el escultor Carlos Rodríguez ("Lo siento, Carlos Mare") quien, por su parte, ha dado las gracias por los apoyos aunque ha afirmado que ya "no se puede deletrear la palabra amor sin Leo".)

Aunque en su momento no se revelaron las causas de la muerte, el Daily Mail, que tuvo acceso a la instrucción policial, indicó que Leo fue encontrado inconsciente en un lujoso apartamento "valorado en un millón de dólares" del club Cipriani, en Wall Strell, con una "sustancia en polvo blanco en un plato cerca de su cuerpo", lo que hacía intuir que murió por una sobredosis. Algo que ahora su abuelo, Robert de Niro, ha confirmado con este desgarrador testimonio.

El duro testimonio de Robert de Niro tras la muerte de su nieto

El actor, ha hablado de esto con la revista People, a quien ha asegurado que "la insidiosa naturaleza de las drogas puede afectar a cualquiera".

"Mi nieto el 2 de julio del año pasado se fue por una sobredosis con fentanyl. Iba a cumplir 20 años. Es horrible, y estás como aturdido y nunca piensas que esto pueda pasar. Nunca lo pensé y entonces empecé a pensar en todas las cosas que podría o debería haber hecho con él. No sé si eso habría cambiado las cosas. Así que ese pensamiento se reproduce continuamente en mi cabeza", explica.