Zendaya solo tuvo seis semanas para representar de forma convincente al prodigio del deporte convertida en entrenadora, Tashi Donaldson, en su última película y admitió que estaba "increíblemente nerviosa" por el papel porque sus habilidades eran muy limitadas.

Así lo declaró a la revista británica ¡HOLA!: "No tenía ni idea de tenis. No sabía nada. Lo único que conocía del tenis eran Venus y Serena [Williams]. Fue un reto aterrador, porque se supone que tienes que ser una gran tenista y yo nunca lo he sido. Estaba muy nerviosa solo por presentarme. Me estaba volviendo loca intentando convertirme en jugadora. Recuerdo que cuando empecé a golpear la pelota, se iba a los árboles. Ni siquiera se acercaba a la pista. Me decía: 'Maldita sea, me queda mucho camino por recorrer'. No es un juego que se pueda aprender enseguida. A menos que lo hayas jugado desde que tenías cuatro años, no es algo que te ocurra. Así que a veces llegaba y me decía: 'Sí, ya lo tengo, vale', como si algo encajara. Y entonces llegas al día siguiente y no puedes recrearlo. Y te quedas como, 'Maldita sea, de vuelta al principio’”.

Al final, la actriz se sintió cómoda y, gracias a su experiencia en danza, vio los movimientos de la pista como una coreografía que tenía que dominar.

Así lo explicó: "Me dije a mí misma: 'Soy bailarina, así que déjame bailar esto', y empecé a centrarme en ello. Eso se convirtió en mi entrada para parecer una tenista porque sabía que no iba a serlo, pero podía fingirlo de verdad".