Así es la exclusiva iglesia de la boda de Almeida que se encuentra en la Milla de Oro de Madrid

En apenas dos días se celebrará una de las ceremonias más esperadas de este 2024. Jose Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo se darán el "sí quiero" el sábado 6 de abril a las 12 de la mañana en la parroquia de San Francisco de Borja, situada en el Barrio de Salamanca.

El acto continuará a unos kilómetros del meollo de la ciudad en El Canto de la Cruz, una finca localizada en Colmenar Viejo que es propiedad de la novia. Y el restaurante elegido para agasajar a sus invitado es Casa Lhardy con un menú que ronda los 175 euros por persona, según informaba 'Vanitatis'.

Podremos ver algunos de los altos cargos de nuestro país en diferentes categorías, como es el presidente del Partido Popular, Alberto Nuñeiz Feijóo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o la asistencia más comentada del momento, la del rey Emérito.

La iglesia situada en el barrio de Salamanca

Este día tan especial comenzará con la celebración de carácter religioso en la Iglesia que se encuentra situada en una de las zonas más cotizadas de la capital que, además, guarda un valor sentimental para el alcalde madrileño.

Ubicado en plena milla de oro de Madrid, hace honor a la calidad del evento. Podemos observar como se encuentran los establecimientos más exclusivos con estética de palacio que alberga algunas firmas de lujo más importantes, así como resturantes exquisitos.

La iglesia San Francisco de Borja será la encargada de recibir al alcade de Madrid y a la nieta de Teresa de Borbón-Dos Sicilias. El edificio encomendado a la Compañía de Jesús, la misma órden religiosa a la que estaba vinculado al centro universitario de carácter privado en el que ambos se licenciaron en Derecho, ICADE.

Además, este espacio religioso guarda un cariño especial para Almeida por ser el lugar en el que sus padres, Ángela Navasqüés Cobián y Rafael Martínez-Almeida y León y Castillo, celebraron su compromiso matrimonial ante los ojos de Dios en 1996.

Así como también guarda un simbolismo histórico por ser el lugar del que salía Carrero Blanco cuándo fue asesinado por la banda terrorista ETA, la explosión provocó que el coche volara paralelamente a la fachada trasera de la construcción.