Los 10 errores más comunes que cometemos cuando hacemos dieta

Estos son los 10 errores más comunes que comentemos cuando nos ponemos a plan. ¿Tú en cuál fallas?

Los 10 errores más comunes cuando estamos a dieta
Los 10 errores más comunes cuando estamos a dieta / Laura Chouette para Unsplash

¿No consigues eliminar esos kilitos de más? Echa un vistazo a estos errores que solemos cometer cuando estamos a plan y analiza cuáles son tu errores.

1. Consumimos demasiados azúcares refinados

Quizás no te hayas dado cuenta pero consumes más azúcares de lo que estarías dispuesta a reconocer. No están solo en los alimentos dulces, también en las salsas como la de soja o en el maíz de lata que a veces echamos a las ensaladas. El consumo de azúcar se ha disparado en los últimos 160 años. Se calcula que el azúcar aporta alrededor de 500 calorías diarias. Según explica el nutricionista explica Kim Gunnars, su consumo excesivo “puede conducir a graves problemas metabólicos, incluyendo resistencia a la insulina, síndrome metabólico, así como el colesterol y los triglicéridos elevados”.

2. Demasiadas bebidas con gas y zumos de frutas industriales

Es lo peor de la dieta moderna y deberíamos plantearnos seriamente empezar a comer con agua. Beberse el azúcar es todavía más peligroso que comerla porque el organismo no almacena el azúcar líquido igual que en los alimentos sólidos porque el cuerpo sintetiza de manera diferente las calorías que provienen de líquidos y las que provienen de sólidos. Cada vaso de refresco que te tomas eleva en casi un 60% las probabilidades de ser obeso en un futuro no muy lejano.

3. Comemos demasiado

Sí, así en general. Consumimos más calorías de las que vamos a quemar en el día. Estar sobrealimentado es uno de los problemas del Primer Mundo. Entre los alimentos procesados, los azúcares y los lácteos componemos un cóctel que somos capaces de quemar con nuestra actividad diaria.

4. Hemos eliminado totalmente las grasas tradicionales como la mantequilla a favor de los aceites vegetales procesados

Y durante mucho tiempo eso era lo que había que hacer, según la opinión de los dietistas y nutricionistas. Sin embargo ahora se ha visto que estos aceites son muy ricos en omega-6, un ácido linoleico que se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Por otra los aceites procesados se hidrogenan a menudo y acaban transformándose en grasas trans.

5. Cambiamos la Mantequilla por la Margarina

Es el ejemplo más concreto del que hablábamos en el punto 4. La mantequilla por ser un alimento de origen natural tienen menos elementos químicos dañinos que la margarina procesada. Como explica Gunnars, “la mantequilla contiene nutrientes que protegen contra enfermedades del corazón, entre ellos la vitamina K2”.

6. Consumimos soja sin reparar en que es un alimento muy calórico

La soja es beneficiosa para la salud, pero el aceite de soja es una fuente importante de calorías . Esta grasa suele ser muy común en los alimentos precocinados, por eso se cree que la mejor manera de evitarlos es dejar de comprar comida procesada o pre elaborada.

7. El trigo ya no es lo que era

Consumimos trigo en infinidad de alimentos, desde el pan hasta la pastas los pasteles o las pizzas. Pero el trigo de hoy dista mucho del tradicional: contiene entre un 20% y 30% menos de minerales importantes como el magnesio, hierro, zinc y cobre. Además, es mucho más perjdicial para los intolerantes al gluten.

8. Casi no comemos huevos

Su consumo ha bajado más de un 30% los últimos años. Si el año 1950 comíamos 375 huevos al año ahora esa cantidad se ha reducido a 250 huevos. El huevo es un alimento de alta calidad y muy nutritivo.

9. Comemos más fast food y comida pre elaborada que nunca antes

El consumo de fast food ha aumentado en las últimas décadas, con sus correspondientes cantidades de azúcares, aceites vegetales y grasas trans. Se recomienda hasta el cansancio examinar las etiquetas antes de comprar comida procesada pero se termina antes eliminando ese tipo de comida de la dieta.

10. Nos encanta castigarnos con dietas bajas en grasas que no funcionan

Creemos firmemente que para perder peso debemos renunciar a todas las grasas y no es así. EL organismo no debería quedarse sin colesterol bueno (HDL) y sin la grasas que recubre las células. Además estas dietas estrictas antigrasa tienen un comprobado efecto rebote. En algún momento volverá a comer con grasa y entonces el cuerpo se tomará la revancha.

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