Así se convierte una rutina de belleza normal en una détox

¿Détox? Sí, la rutina a seguir los primeros meses del año.  

Chica poniéndose crema

La rutina détox para empezar el año.

/ Jacob Ammentorp Lund

Enero, además del mes de la cuesta, es el momento del año en que más veces se escucha y se pronuncia la palabra détox. Y es que, desde que terminaron las fiestas, la vida es una carrera de fondo para resetear el organismo y hacer borrón y cuenta nueva. Porque los excesos navideños no hacen rehenes y mientras los estábamos cometiendo no nos paramos a pensar en sus futuras consecuencias. Durante un par de semanas olvidamos por completo el concepto de moderación y nos dejamos guiar por nuestros instintos más bajos. Sí, la ingesta masiva de alcohol, los atracones indiscriminados de polvorones y mazapanes, el llegar a casa a las tantas sin fuerzas para desmaquillarse y el dormir poco y mal no son precisamente los mejores amigos del cutis. ¿El resultado? Una piel apagada, tirante y en la que los signos de envejecimiento prematuro se hacen más visibles. Las líneas de expresión se han convertido por arte de magia en arrugas profundas, el surco nasogeniano parece una autopista y las bolsas y ojeras se han instalado con intención de quedarse para siempre. Pero tranquila, hay solución.

Para lucir un rostro en perfecto estado de revista es necesario incluir en el ritual diario productos que aceleren la eliminación de toxinas y que nos ayuden a recuperar los niveles óptimos de hidratación y nutrición para que las células cutáneas puedan realizar sus tareas, como la función de barrera protectora o el proceso de renovación, con total normalidad. Si quieres pasar con nota la primera ITV de 2019, apuesta por fórmulas libres de tóxicos, para no echar más leña al fuego, y cosméticos que actúen en las capas más profundas, como las mascarillas o las cremas de noche. Y asegúrate de que incluyan activos purificantes, antioxidantes y energizantes, como el castaño de indias, el aloe vera, el té verde o la cafeína. Además, recuerda que los cuerpos de verano empiezan a esculpirse en invierno, de ahí que en tu rutina de cuidados corporales no pueden faltar las lociones reafirmantes y reductoras. Y, por supuesto, dale un protagonismo especial a la limpieza con texturas suaves que respeten el pH natural de la piel y que ayuden a eliminar todas las toxinas que el organismo libera a través de los poros. De esta manera y antes de que te des cuenta, tu piel volverá a brillar con luz propia y no quedará en ella ni un rastro de turrón.

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