Si no quieres arrugas, cuidado con el sol

Saber cómo y cuándo protegerse del sol es fundamental para tener una piel sana y bonita durante más tiempo.

Protección solar
Protección solar

Con la llegada del buen tiempo, las horas de exposición al sol se multiplican y la piel sufre las consecuencias. Arrugas, manchas, flacidez y, lo más temido, cáncer de piel, son el fruto de tomar el sol sin protección. Un riesgo demasiado alto si lo único que buscamos es lucir una tez bronceada.

Por una parte, tomar sol es bueno para nuestro organismo. Los rayos UV nos ayudan a producir vitamina D, fundamental para fortalecer los huesos, con solo exponernos 10 minutos dos o tres veces a la semana. Además, su influencia es muy positiva en casos de estrés o depresión al generar una sensación de bienestar debido a que los rayos UV también aumentan la producción de serotonina.

Sin embargo, todo en su justa medida. Tomar el sol durante horas sin protección no solo nos dejará la piel enrojecida, sino que sus consecuencias serán nefastas. “La relación que nuestra sociedad ha establecido entre el bronceado, la belleza y la salud está provocando que la tasa de cáncer de piel vaya en aumento con los años. La gente no es del todo consciente de los efectos nocivos de la radiación solar. Desgraciadamente, los efectos del abuso del sol en la piel se acumulan y más tarde pasan factura”, explica la doctora Laura Vidal, oncóloga colaboradora de la Asociación Helping Cáncer.

Biotherm
Biotherm / Biotherm

Las cremas con protección solar son el mejor aliado para los días de playa, de montaña y por qué no, incluso para la ciudad. Dependiendo de la sensibilidad de nuestra piel, deberemos usar un factor de protección (SPF) determinado, pero los médicos aconsejan que no sea menor de 30. Hasta hace poco, se pensaba que los peores rayos eran los UVB ya que afectan directamente a la dermis. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que los rayos UVA son igual o más dañinos. Por ello, es conveniente que las cremas tengan protección contra ambos. Eso sí, hay que tener claro que una piel bronceada es sinónimo de lesión, ya que es la forma que tiene nuestro cuerpo de protegerse ante una radiación excesiva. Rostro, cuerpo, labios, pelo… todas las partes expuestas al sol deben estar protegidas por productos específicos.

La doctora la doctora Laura Vidal nos da las siguientes pautas para tomar el sol y minimizar el riesgo de cáncer de piel o el envejecimiento prematuro de la piel (la radiación solar produce una alteración directa sobre el colágeno y la elastina):

- Ponerse crema solar 30 minutos antes de tomar el sol para que haya penetrado correctamente en la piel.

- Usar fotoprotector de 30 a 50 FPS en cuerpo, cara y labios.

- Renovar la crema solar después del baño o cada 2 horas, pues la acción de fotoprotección se pierde.  

 - No tomar el sol entre las 12.00h y las 16.00h ya que es cuando hay mayor radiación solar y afecta más a la piel.

- Realizarse revisiones anuales con los especialistas de piel (dermatólogos) para controlar posibles anomalías de pecas y lunares para prevenir la enfermedad.

- Usar gorras y viseras durante las horas de mayor exposición solar.

 

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