Cómo calmar tu piel cuando te quites la mascarilla

Su uso pasa a ser obligatorio. Por eso, te contamos cómo tratar las huellas que este nuevo ‘accesorio’ puede dejar en tu rostro.

Mascarillas en el Street Style de FWParís 20

Street Style durante la Fashion Week de París 2020

/ @jaylim1

Aunque ya la habíamos incluido en nuestras vidas, a partir de ahora la mascarilla será obligatoria en la calle y espacios públicos. Su uso, si bien es necesario para frenar el contagio, está provocando ciertas molestias en nuestra piel. Quien más quien menos ha notado que tiene más granitos o nota algunas zonas más tirantes, sufre picores…

De hecho, el Grupo Español de Investigación en Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea (Geidac) ha observado recientemente un incremento en la aparición, empeoramiento o sobreinfección de las patologías cutáneas. “Entre las alteraciones más frecuentes encontramos el empeoramiento de enfermedades preexistentes tales como acné, rosácea, dermatitis seborreica, atópica y urticaria”, afirman desde Geidac. Sobre las afecciones nuevas, en Geidac señalan “la aparición de xerosis (sequedad extrema), eritema o rojez por inflamación, acné, rosácea y eccema seborreico”. Las marcas que dejan las gomas de ajuste son otro de los problemas más típicos en este momento.

Una buena idea consiste en aplicar algún tipo de protector (un bálsamo nutritivo, por ejemplo) antes de ponerte la mascarilla. De este modo, actuará a modo de ‘tirita’ para las zonas de rozamiento. Pero también resulta esencial el ‘después’. “Lo más importante es limpiar bien la piel al llegar a casa”, aconseja Eva Raya, cosmétologa y cofundadora de Alice in Beautyland. Ella nos recuerda que al respirar dentro de la mascarilla “se crea un clima estanco con un exceso de humedad y microorganismos de deshecho que es necesario retirar”. Los dermatólogos de Geidac apuestan por “lavar la cara con agua templada y un limpiador suave y sin fragancias, evitando activos irritantes”.

Además, resulta clave aplicar después cremas de efecto calmante, suavizante y reparador. “No podemos olvidar que la piel y las mucosas actúan como primera línea de defensa contra los agentes externos. Debemos intentar mantener esa barrera lo más intacta posible para que continúe ejerciendo su función.

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