Por qué no te puedes olvidar de limpiar tu cara a diario durante la cuarentena

El paso más básico de los cuidados faciales solo tiene ventajas para nuestra piel. También en tiempos de confinamiento.

Cómo hacer una buena limpieza facial en casa

Cómo hacer una buena limpieza facial en casa.

/ Prostock-Studio

En estos días de cuarentena nos estamos animando a ponernos mascarillas, darnos automasajes drenantes, practicar más ejercicio, iniciarnos en la meditación… En fin, a hacer todas esas cosas para las que en el día a día no teníamos tiempo. Pero ¿y qué pasa con lo que cumplíamos de forma rutinaria cada mañana o noche?<strong>limpieza facial</strong>. Como la limpieza facial. ¡Con lo que nos ha costado ser constante con este gesto y ahora resulta que apenas nos maquillamos!

Pues bien, aunque no te maquilles. Aunque no salgas de casa o no uses demasiadas cremas. No te puedes olvidar de limpiar tu cara a diario. Primero porque, estés donde estés, la limpieza facial sigue siendo el primer paso hacia una piel saludable y bonita. “Es necesario para nuestra piel se oxigene y sea mucho más receptiva a cualquier tratamiento”, recuerdan desde Collistar. El objetivo de este gesto no es otro que remover las células muertas con el fin de recuperar energía y luminosidad en el rostro. Y para ello, no hace falta maquillarse.

A pesar de quedarnos en casa, nuestra piel sigue generando grasa y, por tanto, impurezas. Si, además, durante estos días practicas ejercicio en el salón, sudarás… Puede que no te hayas pintado, pero, como ves, la cara sigue acumulando suciedad. Es decir, la limpieza facial no solo elimina la suciedad ambiental y el maquillaje, sino también lo que genera nuestro cuerpo.

Lavarse la cara a diario también es esencial como medida de prevención o higiene. Como nos recuerda la experta en belleza Cristina Galmiche “nos rozamos el rostro de manera contante, por lo que recomendamos llevar a cabo una rutina más intensiva”. Eso sí, intensiva no quiere decir agresiva. Galmiche aconseja comenzar con leche limpiadora y retirarla con tisúes; aplicar después una loción calmante con un algodón y terminar con una fórmula equilibrante.

Por su parte, Carmen Navarro apuesta por la doble limpieza. “Es el método que siempre recomiendo, pero especialmente ahora”, afirma. Consiste en pasar primero una fórmula aceitosa para arrastrar la grasa y, después, otra en gel o espuma (que se retira con agua) para acabar con impurezas y células muertas. Navarro insiste en otros aspectos más importantes que nunca durante la cuarentena: “Desinfecta bien tus manos antes de la limpieza facial. También es interesante emplear toallas de algodón -o muselinas- que puedas lavar después de usarlas o, en todo caso, discos desechables. Por el contrario, evita empojas reutilizables”.

Respecto al tipo de limpiadora es importante evitar las que sean muy agresivas. Mientras que las que hidratan al tiempo que eliminan residuos son más interesantes, ya que la atmósfera casera es bastante seca.

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