Estos son los tres problemas del cabello en otoño (y cómo solucionarlos)

Cuidados de otoño para el pelo

Cuidados de otoño para el pelo.

/ Szymon Brzoska

El pelo está constantemente expuesto a las agresiones externas, como la contaminación, la radiación ultravioleta o las siempre caprichosas condiciones meteorológicas. De ahí que, según la estación del año en la que nos encontremos, se enfrente a diferentes enemigos y demande unos cuidados específicos adaptados a las necesidades concretas del momento. Los villanos de la temporada otoñal que tratan de convertir tu melena de anuncio en un pelete débil y sin vida son la rotura, el encrespamiento y la caída estacional. Pero no te preocupes: sabemos cómo pararles los pies.

Rotura

Aunque el verano queda ya muy lejos y no es más que un recuerdo borroso en la memoria, la factura de los excesos cometidos durante las vacaciones se cobra ahora. La exposición solar, el salitre, el viento o el cloro comenzaron entonces un proceso de debilitamiento que alcanza en estos meses su máxima expresión. Para que el cabello no se vuelva frágil y quebradizo, incluye en tu rutina champús, acondicionadores y mascarillas que hidraten y nutran en profundidad la fibra capilar. Además, evita las trenzas, coletas y otros recogidos muy tirantes, ya que pueden provocar rotura por tracción, y cepíllate siempre con el pelo seco porque cuando está mojado es más sensible y se rompe con facilidad.

Encrespamiento

El frío, la humedad ambiental provocada por las lluvias, los cambios bruscos de temperatura y la electricidad estática creada por la fricción de los gorros son los principales responsables de los 'bad hair days' otoñales. Si tienes la melena rizada, ondulada y/o coloreada ya sabes de lo que estamos hablando porque son las más porosas y, por tanto, propensas a sufrir la maldición del frizz: mechones indomables y foscos, sin brillo y con un volumen excesivo. Para controlarlo, lávate el pelo con agua tibia (la caliente lo reseca aún más), evita, en la medida de lo posible, las herramientas de calor y, si tienes que utilizarlas, aplícate antes un protector. Y mucho cuidado con la fuerza que ejerces al secarte con la toalla ya que puedes dañar la cutícula. Además, utiliza peines y cepillos elaborados en madera o fibras naturales porque los metálicos producen electricidad estática. Completa los cuidados con un sérum hidratante y una mascarilla antifrizz una vez a la semana.

Caída estacional

A lo largo del año, lo normal es perder entre 100 y 150 cabellos al día como parte del proceso natural de renovación capilar. Pero durante estos meses, la cantidad suele verse incrementada. La razón es que, además de la función estética, el pelo hace las veces de barrera que evita que el sol nos achicharre el cuero cabelludo en plena época estival. Por eso, entre febrero y mayo, la melena aumenta tanto de volumen como de densidad y, al llegar el otoño, comienza a regenerarse para estar a máximo rendimiento el verano que viene. Para minimizar la pérdida, decántate por fórmulas ricas en vitaminas A, B, C y E, ácidos grasos esenciales, hierro, zinc y queratina. Además, si incluyes en tu dieta alimentos como el salmón, los frutos secos o las legumbres, notarás un pelazo más fuerte y reducirás su caída.

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