Ana de Armas, rubia e irreconocible, nos ha hecho querer mucho ver su próxima película, 'Sergio'

Ana de Armas siempre nos ha fascinado con sus estilismos perfectos en alfombras rojas, sus minivestidos sexys y románticos, y sus looks beauty, donde casi siempre brilla la naturalidad y su característica melena morena, a la que en pocas ocasiones ha renunciado. Sin embargo, la última película de la actriz de origen cubano, 'Sergio', que se estrena este mismo viernes, 17 de abril, en Netflix, ha permitido que volvamos ver a la intérprete con un tono mucho más claro del habitual.

El pasado verano, la actriz compartía en Intagram unas sorprendentes fotografías del filme 'Blonde', donde encarnaba a Marilyn Monroe, con el célebre bob ondulado y platino de esta (y donde estaba prácticamente irreconocible). En enero, volvía a posar con un tono rubio algo más oscuro, en la línea del battery blonde que arrasó no hace mucho, por exigencias del guion: la película 'Sergio', una de las grandes apuestas de la temporada de Netflix.

Ahora, después de que casi hubiéramos olvidado esa aparición rubia, la intérprete de origen cubano ha vuelto a recordarnos ese look que, aunque suele combinar bien con las pieles claras como la suya, siempre nos despierta dudas sobre si es el tono que más le favorece (ella, desde luego, habitúa a recuperar su tono oscuro en cuanto termina el rodaje, como hemos comprobado en sus recientes paseos con Ben Affleck por Los Ángeles).

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Ana ha subido media docena de fotos que, además de avanzar alguna secuencia de la película, muestra varios de los estilismos que utiliza para meterse en la piel Carolina Larriera, una economista que se enfrentó a Naciones Unidas para que se la reconociera como viuda del diplomático brasileño Sergio Viera de Mello. Y una mujer "muy interesante, inteligente, fuerte...", escribe Ana en su publicación.

Entre looks de sencillos vestidos de tirantes floreados, faldas largas y fluidas combinadas con blazer o monos beige, las imágenes de la actriz solo nos hacen querer aún más ver ya esta película cuyo rodaje, en Brasil, Jordania y Tailandia, "duró aproximadamente tres meses" y donde tiene un lugar favorito: el Arpoador, "un lugar precioso entre Ipanema y Copacabana" de Rio de Janeiro al que el protagonista solía asomarse siempre que podía.

La película está basada en hechos reales: la vida del diplomático Sergio Viera, que llegó a convertirse en Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Fue asesinado en un atentado terrorista en 2003, pero antes de ello, había sido considerado para ser el próximo secrectario general de la ONU.