¿Por qué este conocido ingrediente cosmético se ha convertido en el activo antiedad de moda de 2023?

Habituales desde hace décadas en las fórmulas cosméticas, los péptidos han cobrado este año una extraordinaria popularidad como ingrediente imprescindible para el cuidado de la piel. Te contamos las razones y todo lo que deberías saber de estos activos todoterreno.

Los péptidos se han convertido en un ingrediente clave en el tratamiento de la piel
Los péptidos se han convertido en un ingrediente clave en el tratamiento de la piel / Istock

El creciente interés general por la composición de los cosméticos y por el cuidado de la piel unido a los avances en formulación están haciendo correr ríos de tinta y encumbrando el valor de ciertos activos. Es el caso de los péptidos. Si 2021 fue el año del retinol y 2022 el de la niacinamida, 2023 podemos declararlo oficialmente como el año de los péptidos. Aunque su fama viene de lejos. “Se empezaron a usar hace décadas y, desde entonces, es uno de los activos más eficaces”, dice Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

“Los péptidos son reconocidos en el mundo de la cosmética por su extraordinaria eficacia en piel. Últimamente, y gracias a los nuevos avances en ciencias como la biotecnología, se conocen aún mejor los procesos implicados en el envejecimiento cutáneo. En consecuencia, se están desarrollando péptidos aún más efectivos, con nuevos mecanismos de acción para prevenir o disminuir el proceso de envejecimiento de la piel”, comentan desde el equipo de formación de Natura Bissé, una marca que descubrió el potencial de estos ingredientes ya en el año 1979 y los integró en su primera fórmula.

En efecto, corrobora Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. detrás de su reciente popularidad está la mejora de las cadenas de péptidos, pero también la vehiculización, el gran reto de este tipo de activos. “Una de las barreras que se encontraban los péptidos era que la molécula podía ser muy grande y, en consecuencia, era muy difícil que penetrara hasta trabajar en la célula”. Prueba superada. Esta es la clave para que los péptidos se hayan convertido en ingrediente de moda. “En un momento en el que la industria cosmética más avanzada aplica ingeniería genética, los péptidos cobran vital importancia precisamente por su capacidad de interactuar con las células y revertir procesos de envejecimiento”, señala Lucía Altozano, titular de farmacia Skinpharmacy Jorge Juan 34.

Pero empecemos por el principio. ¿Qué son los péptidos? Son moléculas formadas por cadenas de aminoácidos que construyen las proteínas de la piel como el colágeno. “Cumplen funciones muy valiosas respecto a la piel, ya que pueden comunicarse con las células para generar colágeno o inhibir la emisión de melanina o actuar sobre los fibroblastos, evitando la flacidez y retrasando la aparición de arrugas”, explica Lucía Altozano

Los péptidos se obtienen de aminoácidos. “Muchos de ellos se consiguen por síntesis de ingredientes en laboratorio para asegurar la efectividad del principio. Dependiendo del número de las cadenas de aminoácidos que se unan, hablamos de un péptido, bipéptidos, si son dos; tripéptidos, si son tres, tetrapéptidos, si son cuatro…”. expone Natalia Abellán, directora técnica de Ambari.

Además, añade Lucía Altozano, se pueden obtener péptidos por fermentación biológica o por la descomposición de proteínas más grandes. Del mismo modo, prosigue la farmacéutica, las fuentes naturales como plantas y microorganismos siguen jugando un papel muy relevante, y cada vez son más los laboratorios y marcas que apuestan por el uso de ciertos péptidos de origen marino obtenidos fundamentalmente de las algas.

¿Cómo funcionan los péptidos?

Dicen los expertos de Natura Bissé que estas moléculas pueden actuar de dos formas: como mensajeros, dando una señal a la célula para que cumpla una determinada función, como por ejemplo, estimular y acelerar la producción propia de proteínas esenciales como el colágeno o la elastina; o como moléculas estructurales, como los péptidos que componen el colágeno. Por ello, funcionan bien en las rutinas de piel a cualquier edad, aunque como asegura la portavoz de Skinfarmacy, son especialmente relevantes a partir de los 40 cuando la producción de colágeno y elastina disminuye considerablemente y la piel pierde su aspecto juvenil y la firmeza.

¿Todos los péptidos son iguales?

No. “Hay muchísimos tipos de péptidos según las cadenas de aminoácidos que los compongan y la vehiculización con la que se consigan formular” aclara Marta Agustí, técnica cosmética y asesora de rutinas en Purenichelab.com. “Las fórmulas más completas pueden llevar más de uno por lo que su efecto rejuvenecedor se multiplica. Por lo general todos ellos actúan de manera individual o a la vez en diferentes aspectos relacionados con el rejuvenecimiento facial y la pérdida de firmeza. En su mayoría actúan redensificando la piel y devolviéndole un aspecto jugoso e hidratado”, menciona Lucía Altozano. Estos son los tipos de péptidos, según el número de aminoácidos y su acción en la piel.

  1. Dipéptidos: estimulan la creación del colágeno
  2. Tripéptidos: actúan sobre la reparación celular, aumentando la producción de fibroblastos para activar la síntesis del colágeno, la reparación de la piel y la redensificación de los tejidos
  3. Tetrapéptidos: se emplean especialmente en las fórmulas de contornos de ojos para mejorar las arrugas y reducir bolsas y ojeras.
  4. Pentapéptidos: se recomiendan para pieles sensibles y zonas delicadas, resultando también muy eficaces en la zona de periocular
  5. Hexapéptidos: conocidos como el “péptido Botox” gracias a su acción sobre las líneas de expresión ya que relajan la musculatura aunque a diferencia de la toxina botulínica no paraliza los músculos y es de uso tópico. Es muy usado en los sérums por su capacidad para reducir la aparición de nuevas arrugas
  6. Oligopéptidos: destacan por capacidad para blanquear y reducir las manchas.

En resumen, apuntan desde Natura Bissé, “cada uno actúa de una forma particular: como antioxidante, estimulador de colágeno, despigmentante, botox-like, hidratante, antigliación, reconfortante, antiacné, etc. En definitiva, actúan para mejorar la función barrera, reducir arrugas y líneas de expresión, reducir rojeces, irritación o inflamación de la piel o minimizar imperfecciones”.

Lo bueno de los péptidos es que son unos principios que no generan ningún tipo de reacción y que combinan con todos los demás principios activos: con ácido hialurónico, con retinol…, manifiesta Sonia Ferreiro aunque puntualiza que los únicos péptidos que no se pueden combinar con otro principio activo son los derivados del cobre “porque, si se mezclan con vitamina C, se pueden oxidar y en vez de cumplir una acción antioxidante, lo que pueden producir es una acción prooxidantes, es decir, que nos envejezca”. Lucía Altozano tampoco recomienda su uso con el grupo de los AHA, ácidos glicólico y láctico, “ya que no solo no funciona bien sino que resta efectividad al principio activo de los péptidos”. Por lo demás, son idóneos para combinar con la mayoría de los ingredientes de una fórmula, porque potencian sus efectos con resultados excelentes.

Otra de sus ventajas, es que se puede incluir tanto en las rutinas diurnas como nocturnas y es compatible con todo tipo de pieles y pueden usarse prácticamente con cualquier afección cutánea.

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