Cómo cuidar el contorno de ojos a partir de los 40: dos expertas te lo explican

El contorno de ojos es una de las zonas que antes envejecen.
El contorno de ojos es una de las zonas que antes envejecen. / iStock

Conforme vamos cumpliendo años, una de las primeras zonas en la que empezamos a notar los rasgos de la edad, es el contorno de ojos. Es ahí donde aparecen las primeras arruguitas. Tal y como explican Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras del templo ‘beauty’ madrileño, The Secret Lab, esto se debe a que, en este área, la piel «es mucho más fina que la del resto del cuerpo y, además, apenas posee ‘film’ hidrolipídico, por lo que es muy propensa a sufrir deshidratación. Esto, unido a la fragilidad/delicadeza de la piel en esta zona, favorece que se acentúen las arruguitas y líneas de expresión (patas de gallo), la hiperpigmentación (ojeras), flacidez (párpado caído), hinchazón (bolsas)…». Además, más allá del paso del tiempo, las expertan explican que hay muchos factores que influyen en ello: «los más habituales son: mala circulación, retención de líquidos, falta de descanso, predisposición genética... Además, también hay que tener en cuenta que la musculatura orbicular está muy activa a lo largo de toda la vida (sonreír, gesticular, etc.), lo que también favorece que esta zona se estropee antes. Si además pasas muchas horas frente al ordenador (forzando la vista), practicas deportes al aire libre (sol, viento…), etc., ese deterioro se multiplica».

Tips para cuidar el contorno de ojos

Con estas premisas, la pregunta del millón es, ¿qué podemos hacer para cuidar la zona y prevenir el envejecimiento? Parece que el secreto pasa por incluir en nuestra rutina de cuidado facial diaria (tanto de mañana como de noche), «cremas de contorno con texturas muy ligeras ya que la piel, al ser tan fina, absorbe mucha cantidad de producto y podrían formarse bolitas de grasa», afirman las farmaceúticas. Además, en cuanto a las formulaciones que mejor funcionan, nos cuentan que, para esta zona necesitamos «activos que favorezcan la hidratación y la prevención del envejecimiento, como son el ácido hialurónico, la vitamina C y antioxidantes potentes que protejan frente a todo tipo de radiaciones. Por supuesto, la protección solar es fundamental».

Más allá del cuidado diario, también es recomendable dar un ‘extra’ de mimo a la zona utilizando, por ejemplo, parches especialmente ideados para el contorno de ojos: «ofrecen un ‘chute’ de vitalidad e hidratación intensas gracias a una actuación muy concentrada en la zona y su efecto ‘flash’ contra los signos del cansancio y el envejecimiento. Normalmente presentan una doble función: por un lado, suelen ejercen un efecto calmante y de frescor que ayuda a bajar la inflamación (por lo que guardarlos en la nevera nos ayuda a potenciar aún más esta acción) y, por otro, contienen activos que ayudan a estimular la microcirculación, hidratar, reafirmar, despigmentar, etc.». Vamos, que son como esa herramienta secreta que podemos usar para conseguir buena cara al instante pero, ¿cuándo utilizarlos? Parece lógico pensar que, para aprovechar ese efecto antiinflamatorio inmediato, lo ideal es aplicarlos por las mañanas que es, además, cuando más acentuada suele estar la bolsa. Eso sí, Marta y Elena nos corroborar que «también podemos utilizarlos como paso previo al maquillaje, después de una noche sin dormir, para complementar el efecto mascarilla de nuestra rutina semanal... Si el problema es crónico, se podrían llegar a aplicar a diario y, como mínimo, 2 - 3 veces por semana. Si el objetivo es mejorar una situación puntual, podemos aplicarlos cada vez que sea necesario».

Además del cuidado que podemos hacer en casa, también hay tratamientos que pueden llevarse a cabo en cabina, de la mano de profesionales. En The Secret Lab (Calle Zurbano, 4, Madrid) han creado el protocolo ‘Amazing Eyes’ que, en una sesión, promete borrar los signos de cansancio, desinflamar y elevar el párpado superior.

El primer paso es limpiar, tonificar y exfoliar el rostro, para después, recurrir a la radiofrecuencia (INDIBA o EVOCARE), con la que se logra atenuar las arrugas y líneas de expresión, a la vez que se oxigena el tejido, se estimula la circulación y se aclara la piel. Tras esto, se procede a realizar un masaje ocular con presoterapia, generando sobre la zona un drenaje profundo que descongestiona y alivia la tensión muscular de la frente, además de estimular puntos de acupuntura para favorecer la relajación y el descanso. Por último, se aplican los parches de hidrogel de Boutijour, formulados con agentes iluminadores, que ayudan a suprimir la producción de melanina y a revitalizar la zona. En resumen: saldrás de allí con una mirada totalmente renovada (además de relajada y feliz).

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